Enlace Judío – En un retorno a las advertencias que se convirtieron en un elemento básico de las olas anteriores de coronavirus, el primer ministro israelí Naftali Bennett dijo durante una reunión de gabinete este domingo que “si no tomamos medidas inmediatas y difíciles ahora, llegaremos a un confinamiento”, informó The Times of Israel.

“En este momento, nuestra tasa de inmunización es horrible”, agregó Bennett mientras el gobierno presionaba para obtener un mayor número de vacunas, en particular la vacuna de refuerzo, para frenar la propagación de la variante Ómicron de coronavirus.

Pero el primer ministro dijo que “nuestro objetivo general es mantener la economía israelí lo más abierta posible, sin confinamiento, y hacerlo sin llegar a los límites de los hospitales”.

El ministro de Salud, Nitzan Horowitz, dijo que él también estaba “muy preocupado por Ómicron.

“Hay todo tipo de indicios de que podría provocar una enfermedad grave. Nos hemos decidido por una serie de medidas y una ampliación de la normativa existente. Cuanto mayor sea la aplicación de la ley, más rápido podremos superar esto”.

Según los informes, una de esas medidas que Bennett está considerando es requerir un “pase verde” (prueba de vacunación válida o recuperación de COVID-19) para ingresar a los centros comerciales. Según el sitio de noticias Ynet, Bennett señaló que hay mucha transmisión de la infección en los centros comerciales, pero la regulación estaría más dirigida a fomentar la vacunación.

Bennett dijo que para aumentar las tasas de vacunación, particularmente entre los niños, el Ministerio de Salud junto con el Ministerio de Educación comenzarían el domingo a administrar las vacunas en las escuelas de todo el país. Cincuenta escuelas participarán en el programa piloto el domingo, y se agregarán más a lo largo de la semana.

Haciendo eco de los comentarios hechos la semana pasada por Horowitz, Bennett dijo que Israel se estaba “preparando para la necesidad” de administrar cuartas dosis en el nuevo año, comenzando con los inmunodeprimidos.

Los comentarios se produjeron cuando los casos de Ómicron recientemente verificados el sábado llevaron el número de infecciones confirmadas de la variante en Israel a 55.

Según el Ministerio de Salud, se encontraron 36 casos de Ómicron entre personas que regresaban de Sudáfrica, Inglaterra, Francia, EE. UU., Emiratos Árabes Unidos, Bielorrusia, Hungría, Italia y Namibia. Dijo que 11 personas se infectaron después de la exposición a viajeros procedentes de Sudáfrica e Inglaterra, mientras que 8 casos fueron el resultado de la propagación comunitaria.

El ministerio dijo el sábado por la noche que 42 personas infectadas con Ómicron estaban “protegidas”, lo que define como aquellas que habían recibido una vacuna de refuerzo, o que recibieron sus 2 primeras dosis de vacuna o se recuperaron del COVID-19 en los últimos seis meses. Los otros 13 casos se clasificaron como “desprotegidos”.

El ministerio también dijo que estaba esperando los resultados de las pruebas de otros 51 casos en los que había una “alta sospecha” de Ómicron.

En un primer momento, el Ministerio de Salud anunció que alguien fue hospitalizado en estado grave de Ómicron un hombre no vacunado. El ministerio dijo que él era una de las 40 personas con Ómicron que estaban experimentando síntomas de COVID-19. No se proporcionaron detalles sobre el estado de vacunación de los otros casos sintomáticos.

Las últimas cifras del Ministerio de Salud mostraron que 223 infecciones por coronavirus se confirmaron en Israel el sábado, con un 0.63% de las pruebas que dieron positivo. El número de casos graves ha vuelto a subir recientemente por encima de los 100, días después de haber caído por debajo de esa marca por primera vez en cuatro meses.

La cifra de muertos se mantuvo en 8,210, sin víctimas mortales desde el pasado lunes.

Un total de 6,400,940 israelíes han recibido una primera vacuna contra el coronavirus, 5,789,014 de ellos también recibieron una segunda inyección y 4,120,329 de ellos recibieron una tercera.

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