Enlace Judío.- Los líderes árabes del Golfo se reúnen el martes para una cumbre anual que espera enfatizar la cohesión tras una profunda ruptura, en un momento de preocupación regional por Irán y una creciente rivalidad económica dentro del bloque productor de petróleo.

El príncipe heredero saudí realizó una gira por los estados del Golfo antes de la cumbre, que se produce casi un año después de que Riad puso fin a un boicot árabe de tres años y medio contra Catar que había destrozado el Consejo de Cooperación del Golfo, aliado de Estados Unidos, publicó The Jerusalem Post.

Arabia Saudita y Egipto, que no pertenece al Golfo, han restablecido las relaciones diplomáticas con Doha, pero los Emiratos Árabes Unidos y Baréin aún no lo han hecho, aunque Abu Dabi se ha movido para enmendar las vallas.

“Tengo que admitir que hay áreas que necesitarán algo de tiempo, pero me refiero a que la cooperación práctica y funcional (del Golfo) está de nuevo en marcha”, dijo la semana pasada un alto funcionario de los Emiratos Árabes Unidos, Anwar Gargash.

Los medios saudíes dijeron que la gira del príncipe heredero Mohammed bin Salman tenía como objetivo resaltar la solidaridad mientras las potencias mundiales buscan revivir un pacto nuclear con Irán, en medio de una creciente incertidumbre en el Golfo sobre el papel de Estados Unidos en la región.

El primer ministro Naftali Bennett y el lider de los Emiratos Arabes Unidos, el principe heredero de Abu Dabi, el jeque Mohammed bin Zayed Al Nahyan, el 13 de diciembre de 2021 (credito: CHAIM TZACH / GPO)

La Arabia Saudita musulmana sunita y el Irán chiíta están atrapados en una rivalidad por la influencia que se ha desarrollado en toda la región en eventos como la guerra de Yemen y en el Líbano, donde el creciente poder de Hezbolá, respaldado por Irán, ha desgastado los lazos de Beirut en el Golfo.

Riad y Abu Dabi, preocupados por las ambiciones nucleares de Irán, el programa de misiles y los representantes regionales, se están comprometiendo con Teherán para contener la tensión.

Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos se han alejado de las políticas exteriores agresivas que los vieron entrar en Yemen y liderar el boicot a Catar, a un enfoque más conciliador mientras compiten por atraer la inversión extranjera y ganarse al presidente de los Estados Unidos, Joe Biden.

Abu Dabi se ha movido más rápido para enmendar las relaciones con Irán y Turquía, al mismo tiempo que se ha vuelto a comprometer con Siria después de forjar lazos con Israel el año pasado.

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