Enlace Judío – Gracias a la invitación del Centro de Documentación e Investigación Judío de México, el CDIJUM, pude hacer una pequeña investigación sobre el templo de Rodfe Sedek ubicado en la calle de Córdoba en la colonia Roma y adentrarme en uno de sus tesoros ocultos: la primera Mikve moderna de la Ciudad de México. Es por esa razón que me gustaría compartir con todos los lectores de Enlace Judío parte de esta pequeña investigación que engloba religiosidad, historia y arte judío. Espero que disfruten esta aventura tanto como yo.

La comunidad judeo-siria en México

La comunidad judía en México se compone de un conjunto cultural que proviene de varias partes del mundo. Los primeros judíos que llegaron en el periodo colonial fueron, en su mayoría, de origen sefaradí hispano o portugués. Posteriormente, hacia mediados del siglo XIX, llegaron en su mayoría Ashkenazim, de las zonas de Alsacia, Lorena, Austria y Alemania; un grupo migratorio que, en palabras de la doctora Alice Gojman de Backal, no conformaron comunidad, toda vez que eran judíos pertenecientes a la Haskalá y muchos de ellos no se identificaban como miembros de una colectividad judía.

Fue hasta el periodo denominado en México como Porfiriato, que los judíos arribaron a estas tierras en solitario pero con miras a la confirmación de sociedades. Los judíos del mundo árabe fueron los primeros, mismos que se organizaron en una pequeña pero concisa comunidad, que desarrolló con raíces fuertes y sostuvo a más otros judíos que llegaron posteriormente entre los años de 1900 a 1930.

En algunas fuentes tomadas de la oralidad de los migrantes y de registros hemerográficos y documentales, se establece a los judíos de Alepo, Siria, como una de las primeras asociaciones que conformara una pequeña sinagoga o Beit Knéset Katan, misma que se encontraba en las calles de Jesús María en el actual Centro Histórico de la Ciudad de México. Esta comunidad creció y en 1912 se fundó la Sociedad de Beneficencia Alianza Monte Sinaí, misma que levantó la primera sinagoga del judaísmo contemporáneo del siglo XX mexicano en la calle de Justo Sierra, número 83. 

Cuando los migrantes judeosirios arribaron a estas tierras, tuvieron la imperante necesidad de comenzar el largo y esforzado camino que los llevaría a levantar estas instituciones en tierras mexicanas. Sin embargo, a la par de la búsqueda interna comunitaria de los fondos y la mano de obra, también se libró una batalla burocrática con el gobierno mexicano. Liz Hamui menciona que fue hasta 1918 cuando se otorgó el permiso formal y legal para construir una sinagoga, mismo que fue expedido por el presidente Venustiano Carranza. De esta forma la Asociación Monte Sinaí comenzó su camino comunitario e institucional.

Mónica Unikel refiere que tras casi tres décadas de arduo trabajo, desarrollo y crecimiento social, se pudo transitar al inicio de una nueva etapa comunitaria, tal vez más tranquila pero igual de precaria que en los años anteriores. La comunidad judeosiria se reubicó en la colonia Roma, antiguo espacio de casonas solariegas y residencias que habían albergado la crema y nata de una élite porfiriana entre mansiones art nouveau y que, con la reestructuración del urbanismo y del sistema económico y social, se habían transformado en vecindades, mismas que ofrecían un lugar mejor para vivir a las nuevas familias de clase media. Las calles de Coahuila, Zacatecas, Córdoba, San Luis Potosí y Álvaro Obregón se llenaron de una nueva vida judía con necesidades cada vez más imperantes como las de una carnicería Kosher, lugares recreativos, salas de estudio y, por último, una nueva sinagoga: Rodfe Sedek.

La Sinagoga de Rodfe Sedek

La fecha de la construcción de la sinagoga es difusa, toda vez que la documentación referente a la edificación del templo se perdió entre la década de los sesenta y setenta del siglo XX. Algunas fuentes la sitúan en 1931, sin embargo no establecen si fue el inicio o el fin de su erección. Rodfe Sedek, cuyo nombre significa “buscadores de justicia” se convirtió en el centro de la vida judeosiria que crecería hacia 1938 para fundar la Sociedad de Beneficencia Sedaká u Marpé.

Haim Ghiuzeli establece que el knis de Rodfe Sedek se levantó gracias a los esfuerzos del rabino Mordejay Attie, mismo que figura como una de las entidades fundacionales del templo en la memoria colectiva de algunos testimonios. Sin embargo, otras fuentes establecen que si bien el rabino Attie fue importante para la fundación, sus viajes por Estados Unidos e Israel le impidieron estar presente en el proceso constructivo posterior.

Otras fuentes establecen el año de inauguración hacia 1932. No obstante, es posible que la construcción comenzara en 1929 y terminara en 1931, año en el que se inauguró para la comunidad. En un inicio comenzó con los primeros servicios que se centraban al rezo y  las festividades, posteriormente funcionó como Beit Midrash, e incluso una especie de Yeshivá en donde jóvenes y adultos tuvieron clases y una orientación en temas judaicos. 

La construcción de la sinagoga está llena de anécdotas interesantes y emotivas que Unikel recoge en su compendio titulado Sinagogas de México. Donativos en especie, búsqueda de albañiles para la construcción, e incluso un espacio de pavimento inconcluso para recordar la destrucción del Beit Hamikdash y la esperanza de su reconstrucción, son algunas de estas historias. En la siguiente entrega haremos un recorrido artístico por el templo y conoceremos sus características estéticas más puntuales. 

 

Bibliografía:

  • Ghiuzeli, Haim F., Rodfe Sedek Synagogue, Mexico City, en: https://www.anumuseum.org.il/rodfe-sedek-synagogue-mexico-city/
  • Hamui Sutton, Liz. El caso de la comunidad judía mexicana. El diseño estructural del Estado durante el siglo XX y su interrelación con las minorías, México: Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación, 2009, 118.
  • Entrevista con Carmen Peña del CDIJUM, 1 de diciembre de 2021, CDMX.

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