Enlace Judío México e Israel – A continuación contestamos cuatro preguntas que la gente suele hacer al querer aprender de judaísmo.
¿Qué es un profeta para el judaísmo?
A lo largo de todo el Tanaj vemos a personas que hablan directamente con D-os; a veces se les ordena dar un mensaje a veces realizar ciertas acciones. A ellos como Moisés, Abraham o Jonás es a quienes llamamos profetas, en la tradición judía se mencionan 48 nombres de profetas hombres y 7 mujeres profetizas, aparte de ellos consideramos que el pueblo judío en su totalidad recibió profecía momentáneamente al escuchar los Diez Mandamientos en el Monte Sinaí.
En sus trece principios de la fe Maimónides señala la importancia de la profecía pues es a través de ella que recibimos la Torá en su momento, la guía y enseñanza de D-os. También señala las características que un profeta tiene y las diferencias con aquellos que son considerados falsos profetas.
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¿Cuál es la postura judía sobre la vida después de la muerte?
En el judaísmo se cree en la vida después de la muerte, es más se ve a la muerte como una forma de preparación del alma y el cuerpo para un nuevo encuentro con D-os. En el judaísmo se concibe esta vida como una forma de aprendizaje a través de la cual nos educamos a ver a D-os admirar Sus actos y acercarnos a Él, la muerte nos lleva a la unión última y el máximo disfrute de Su Presencia a través de distintas etapas.
Tras la vida en la tierra se describen tres estados distintos por los cuales el alma pasa: el primero es el Jardín del Edén, aquí el alma se encuentra nuevamente frente a la Presencia Divina con mayor cercanía que cuando entró a su cuerpo en la tierra, aquí van los justos (tzadikim) al morirse y las almas que ya pasaron por el Gueinom. El segundo es el Gueinom, es un lugar donde las almas se purifican de los errores cometidos en la tierra mientras vivían, se avergüenzan de ellos y se purifican. Aquí van todas las almas de las personas que no son perfectas pero que merecen vivir tras la muerte, que tienen el mérito de estar en el Mundo Venidero (Olam Haba). Finalmente tras la época mesiánica viene el Mundo Venidero, éste es el momento en que el alma se une nuevamente con el cuerpo y puede estar frente a la Presencia Divina con todo su esplendor. Es la unión máxima de la materia y el espíritu, la finalidad última de las mitzvot, la Torá y el mundo. Por eso el judaísmo siempre busca crear armonía entre el cuerpo y el espíritu, lo material y lo espiritual.
¿Cuál es la postura judía sobre el pecado?
Desde el inicio de la Torá uno ve a D-os hablar con el hombre, guiarlo y darle mandatos. Lo vemos con Adán, con Noé, con todos los patriarcas, con Moisés y el pueblo judío. Lo que llamamos en español pecado en hebreo tiene varios nombres y generalmente se refiere a cuando el hombre actuá trasgrediendo alguno de los mandatos que D-os le ha dado; puede ser por descuido, por falta fe o por rebelión contra D-os. Puede ser contra uno mismo, contra D-os o contra otro ser humano. Lo que los une es que la persona al ir en contra de la voluntad divina causa un daño en este mundo. Esa transgresión se puede expiar cuando la persona repara el daño causado y hace un rito de expiación donde se limpia de la culpa. Los ritos antes se hacían en el Templo de Jerusalén al ya no existir hoy en día, la expiación más bien se lleva a cabo a través del rezo y el arrepentimiento.
Cualquiera que se pregunte sobre la naturaleza del pecado, también se pregunta sobre la naturaleza de la ley divina. ¿Qué la hace divina y por qué estamos obligados a seguirla? Hay muchas formas de responder a esa pregunta.
¿Qué es un milagro para el judaísmo?
La palabra hebrea que denota un milagro es “nes” que significa “signo” se refiere a cualquier evento que revela que D-os maneja el mundo. En el judaísmo se reconoce la existencia de milagros naturales como milagros sobrenaturales. Por ejemplo los milagros de las plagas fueron sobrenaturales el río se transformó en sangre, el granizo produjo fuego; los eventos revelaron la Presencia de D-os a través de alterar su naturaleza. Mientras que el milagro de Purim fue un milagro que ocurrió por medios naturales, la salvación repentina de los judíos fue una revelación de la Divinidad, sin embargo ocurrió por medios naturales; por medio del decreto del rey. Lo que une a los dos eventos es que D-os mostró la intervención que tiene en el mundo y en la historia del hombre.
