Enlace Judío – A medida que los casos de COVID-19 aumentan en cifras récord en Israel, los funcionarios de salud del país estiman que entre 2 y 3 millones de israelíes podrían terminar contrayendo la variante Ómicron de coronavirus, informó The Times of Israel.

Según un reporte publicado este viernes por el Canal 12 israelí, en el Ministerio de Salud y en el gobierno creen que las infecciones diarias llegarán a 50,000 la próxima semana y seguirán aumentando antes de alcanzar un máximo de alrededor de 100,000 casos la semana siguiente.

Sin embargo, el reporte señaló que la verdadera extensión del brote podría terminar siendo mucho mayor, y muchos casos podrían no ser reportados bajo los nuevos lineamientos de pruebas que fomentan un aumento de las pruebas caseras para los israelíes vacunados menores de 60 años.

Debido a esta perspectiva, el número de casos graves será la medida clave para evaluar la gravedad de la ola actual durante las próximas semanas, y los funcionarios del Ministerio de Salud harán recomendaciones de política de acuerdo a la situación.

La cadena dijo que los tomadores de decisiones se han sentido alentados por la reducción de los tiempos de hospitalización para los casos graves de Ómicron en comparación con otras variantes y por la enfermedad menos grave entre estos pacientes.

En entrevista con la cadena, una alta funcionaria del Ministerio de Salud señaló que Ómicron parece menos infeccioso para los pulmones, lo que algunos estudios han señalado como la razón por la que la variante podrían ser menos grave.

“Por lo tanto, habrá menos casos de ventilación prolongada”, dijo la Dra. Sharon Alroy-Preis, jefa de servicios de salud pública del Ministerio de Salud.

“Todos esperamos que esto sea el final, pero esta pandemia nos ha sorprendido una y otra vez”, agregó.

Alroy-Preis dijo que el 12% de los casos verificados hasta ahora han sido entre personas que previamente han tenido COVID, un porcentaje más alto que en brotes anteriores.

“Esto es algo que no encontramos en el pasado. Tenemos una ola muy grande con la que lidiar”, dijo.

Alroy-Preis volvió a negar que Israel estuviera siguiendo una política de “contagio masivo” en la población con el fin de lograr una “inmunidad de rebaño” en esta ola de COVID-19.

“Si estuviéramos haciendo eso, detendríamos todas las pruebas y esa no es realmente la situación, estamos aumentando la cantidad de pruebas”, dijo. “Lo que estamos haciendo debe adaptarse a la realidad de una ola de contagio muy grande”.

También dijo que los funcionarios de salud están considerando la posibilidad de acortar los períodos de cuarentena obligatorios.

“Ahora estamos recopilando datos para hacer esto de manera inteligente”, dijo.

Por otra parte, el comisionado para COVID-19 del gobierno describió el brote actual como una “ola diferente” que requiere que los israelíes sean más cautelosos.

“No buscamos batir récords, pero esta es la realidad”, dijo el profesor Salman Zarka al Canal 13, prediciendo que los nuevos casos llegarán a 50,000 por día la próxima semana.

Al igual que Alroy-Preis, Zarka negó que los funcionarios estuvieran fomentando la infección masiva como un medio para superar el brote de Ómicron, diciendo que “no será posible hacer pruebas a todos” y que, por lo tanto, podría haber casos no detectados.

Se le preguntó si solo se recomendaría a las personas con síntomas de coronavirus que se hicieran la prueba en medio de la creciente presión en los centros de pruebas.

“Podría ser que lleguemos a este escenario”, dijo. “Existe una posibilidad absoluta de que la próxima semana podamos actualizar las pautas [de pruebas].

Zarka también insistió en que el brote estaba bajo control y dijo que habría otras cuatro a seis semanas “para protegernos… y superaremos esto de manera segura”.

A pesar de los comentarios de Zarka, el Canal 13 dijo que los funcionarios de salud estaban preocupados por perder el control, aunque un reporte de la cadena Kan dijo que se creía que incluso en el peor de los casos, no habría recortes en los servicios esenciales o escasez de ciertos bienes.

El Ministerio de Salud confirmó 16,888 nuevos casos el jueves, superando los registros diarios establecidos los dos días anteriores.

Los casos activos en total por el momento son 89,635.

Hay 143 personas en estado grave, incluidas 56 definidas como críticas. La gran mayoría de los que se encuentran en estado grave no están vacunados.

El número de muertos es por el momento de 8,259 desde que empezó la pandemia.

Reproducción autorizada con la mención siguiente: ©EnlaceJudío