Enlace Judío – El foro de Davos, organizado por el WEF (World Economic Forum) decidió posponer de nuevo su reunión presencial 2022, tal y como sucedió en 2021 a causa del COVID-19.

Esta edición prometía ser una de las más especiales hasta la fecha, por la magnitud de los cambios vividos desde su última celebración y por la envergadura de los retos que la sociedad tiene por delante. Con la pandemia como catalizador, pero sin olvidar su compromiso con un mundo más sostenible e inclusive el foro se centró este año en trabajar juntos para recuperar la confianza. Del 17 al 21 de enero de este año tendrán lugar una serie de sesiones virtuales con la intención de reunirse presencialmente en Davos, Suiza, si la pandemia lo permite a fines de junio.

El Foro de Davos ha servido más de 50 años como una plataforma global en donde líderes de empresas, gobiernos, organizaciones internacionales, la sociedad civil y el mundo académico se reúnen para abordar cuestiones críticas al comienzo de cada año. Para la reunión de 2022 el WEF tuvo dos objetivos claros: acelerar el progreso a la luz de los desafíos globales, desde el COVID-19 y el cambio climático hasta la educación y la gobernanza tecnológica. La agenda contó con la aportación de alrededor de 2,000 personas.

En el Global Risk Report 2022 del Foro Económico se presentan las principales percepciones de riesgo nacional por cada uno de los 124 países analizados, entre ellos México, para el cual se identificaron dos riesgos de tipo económico.

  1. Proliferación de actividades económicas ilícitas y estancamiento económico prolongado; uno de orden geopolítico.
  2. El colapso del Estado; uno más de tipo social (crisis de empleo y medios de subsistencia) y uno de índole tecnológico: la desigualdad digital, referida al acceso fracturado y/o desigual de las redes tecnológicas digitales críticas, entre países, al interior de ellos.

La proliferación de actividades económicas ilícitas es el mayor de los riesgos que podría presentarse en un lapso de uno a cinco años y se refieren a la falsificación, flujos financieros ilícitos, evasión de impuestos, trata de personas y crimen organizado. Acompañan en este riesgo países como Bolivia, Colombia, Ecuador, Guatemala, Honduras, Paraguay, Perú, Malawi, Malta, Moldavia, Sudáfrica, Túnez y Venezuela.

El prolongado estancamiento supone un crecimiento del PIB cercano a cero durante muchos años.

El colapso del Estado se da como un conflicto interno, ruptura de la legalidad, erosión de instituciones, un golpe militar o bien inestabilidad regional.

El desempleo responde al deterioro estructural de las perspectivas y/o estándares laborales para la población en edad de trabajar: desempleo, subempleo, salarios más bajos, contratos más frágiles, así como la erosión de los derechos de los trabajadores.

 


Las opiniones, creencias y puntos de vista expresados por el autor o la autora en los artículos de opinión, y los comentarios en los mismos, no reflejan necesariamente la postura o línea editorial de Enlace Judío.