Enlace Judío – El gobierno israelí aprobó hoy la creación de una comisión estatal de investigación sobre el llamado caso de los submarinos, considerado el mayor escándalo de corrupción de la historia de Israel.

El primer ministro Naftali Bennett se abstuvo en la votación que se pospuso una semana a petición suya hasta cerrar la adquisición de submarinos adicionales de la empresa alemana ThyssenKrupp, informó Haaretz.

“Es importante para mí aclarar a los ciudadanos de Israel que los procesos de adquisiciones de seguridad del gobierno se mantendrán libres de intereses ajenos”, dijo Bennett durante la reunión semanal del gabinete. “Nuestra única brújula será la seguridad del Estado de Israel”.

Tras la votación, el mandatario explicó que “un gobierno tiene la tarea de gobernar, y si el público está insatisfecho lo reemplazará en las elecciones”.

La ministra del Interior, Ayelet Shaked, miembro destacado del partido Yamina de Bennett, votó en contra de la formación de la comisión, argumentando que han pasado varios años y que la comisión equivale a que un gobierno juzga a su predecesor.

“La formación de la comisión es una necesidad de seguridad de máxima prioridad”, dijo el ministro de Defensa, Benny Gantz, tras la votación. “Es un mensaje claro de que no se puede jugar con la seguridad de Israel”.

El acuerdo sobre la adquisición de submarinos y otros buques de guerra ya ha dado lugar a una serie de acusaciones contra varios confidentes cercanos del exprimer ministro Benjamín Netanyahu, quien impulsó el acuerdo, aunque no contra el propio exmandatario. Las sospechas de corrupción y las acusaciones fueron tramitadas por la policía en lo que se conoce oficialmente como Caso 3000.

Según la propuesta de Gantz, y el ministro de Asuntos Exteriores, Yair Lapid, la comisión examinará el acuerdo para la compra de tres submarinos, cuatro buques de superficie defensivos y dos buques antisubmarinos de ThyssenKrupp entre 2009 y 2016. Ese acuerdo nunca se consumió.

La comisión también examinará un intento bloqueado de transferir la responsabilidad del mantenimiento de los submarinos de los astilleros de la marina israelí a la empresa alemana. Otro tema de investigación será cómo se dio el consentimiento de Israel para la venta de submarinos alemanes avanzados a Egipto durante el mandato del exprimer ministro Benjamín Netanyahu.

La propuesta señala que “la comisión determinará los resultados y las conclusiones sobre todos los aspectos relacionados con la conducta de los responsables de la toma de decisiones a nivel político, incluyendo el intercambio de información entre ellos, el Ministerio de Defensa y el Consejo de Seguridad Nacional, antes y durante el proceso. Además, se investigarán diversas decisiones políticas que acompañan a este proceso, incluida la conducta frente a organismos externos”.

Debido a la sensibilidad de los datos presentados a la comisión, muchos de sus debates se celebrarán a puerta cerrada, y es posible que no haya un informe público al final de la investigación. La presidenta del Tribunal Supremo, Esther Hayut, nombrará a los miembros y al presidente de la comisión.

Bennett se ha opuesto a la creación de la comisión para no frustrar el acuerdo de compra de tres submarinos adicionales. La semana pasada se aprobó el acuerdo. Sin embargo, sus asesores afirmaron que no ven el sentido de investigar medidas adoptadas hace unos años por el gobierno anterior. Fuentes de la coalición dijeron que Bennett tiene reservas con respecto a la comisión de investigación, ya que no quiere que se considere como una venganza contra el exprimer ministro Benjamín Netanyahu.

La investigación de la adquisición de los buques de guerra es una señal de alerta para Netanyahu. Aunque el fiscal general, Avijai Mendelblit, aclaró que no había sospechas de delito por parte del exprimer ministro, los nombres de algunos de colaboradores cercanos de Netanyahu fueron vinculados al acuerdo anterior. David Sharan, exjefe de gabinete de Netanyahu, fue acusado de soborno y abuso de confianza, junto con Avriel Bar-Yosef, a quien Netanyahu quería nombrar como director del Consejo de Seguridad Nacional. El abogado de Netanyahu, David Shimron, fue sospechoso de mediar el acuerdo de soborno, pero su caso se cerró tras una vista. El exprimer ministro admitió que aprobó la venta de submarinos a Egipto sin informar al ministro de Defensa y al jefe del Estado Mayor de las FDI. La demanda de investigar este asunto fue el centro del movimiento de protesta contra Netanyahu.

La comisión hará su trabajo al mismo tiempo que avanza el proceso penal en este caso (Caso 3000), y no investigará la conducta de los acusados. El pasado mes de mayo se presentaron acusaciones contra siete de las personas involucradas en el acuerdo con ThyssenKrupp, incluidos Bar-Yosef y Sharan. Michael Ganor, entonces representante de ThyssenKrupp en Israel, fue acusado de soborno tras retirarse de un acuerdo para ser testigo del Estado. También se presentaron cargos de soborno contra el exmiembro del gabinete Eliezer (Modi) Zandberg, Shay Brosh, excomandante de los comandos de la marina israelí, Rami Tayeb, asesor del exministro de Finanzas Yuval Steinitz, y Tzaji Lieber, asesor estratégico. El caso el excomandante de la marina Eliezer Marom, se cerró.

La semana pasada se firmó el acuerdo para la compra de submarinos adicionales de ThyssenKrupp. Israel pagará 2,400 millones de euros (8,600 millones de shekels), y Alemania pagará otros 600 millones de euros. Según fuentes diplomáticas, el gobierno alemán comunicó recientemente a Israel que había cambiado de opinión y que cancelará el acuerdo si resulta que su avance había estado manchado en el pasado por un escándalo de corrupción. Tras la firma del acuerdo, Bennett dijo: “Desde el establecimiento de este gobierno, nos hemos ocupado de actuar con integridad y profesionalidad en todo lo relacionado con la adquisición de armas de Israel”.

Por su parte Gantz, se comunicó este con exfuncionarios del Ministerio de Defensa, miembros del Movimiento por un Gobierno de Calidad en Israel para investigar este asunto. “Quiero subrayar que no me motivan motivos personales, sino como ministro de Defensa de Israel, considero la investigación una necesidad nacional crítica”, dijo.

“Para mí, esta comisión logrará dos cosas. Producirá sus conclusiones y la verdad, como resultado de lo cual quedará claro que la seguridad no estará sujeta a manipulaciones, y demostrará que somos un país democrático que controla lo que ocurre dentro de sus fronteras”, apuntó Gantz.

El Likud respondió que lo que la comisión debía investigar es por qué los ministros votaron a favor de la compra de los submarinos ahora después de oponerse a ello durante tantos años.

“De pronto aprueban las adquisiciones, pagando miles de millones de shekels más a costa del público que se habría ahorrado si los submarinos se hubiesen adquirido a tiempo”, dijo un portavoz del Likud.

“Es un escándalo que [la compra] de los submarinos que son parte integral de la seguridad de Israel se haya retrasado hasta ahora por políticos fracasados que perjudicaron la seguridad del Estado por falsas razones políticas”.

Durante la votación se celebraron manifestaciones a favor de la investigación frente a la Oficina del Primer Ministro.

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