Enlace Judío – La expresidenta de la Corte Suprema de Justicia de Israel, Miriam Naor, falleció este lunes a los 74 años, informó The Times of Israel.

Naor fue asignada a la Corte Suprema de Justicia en 2003 y sirvió como presidenta del máximo tribunal de Israel de 2015 a 2017.

En los últimos meses, encabezó la comisión estatal de investigación sobre la tragedia del Monte Meron, que dejó 45 muertos en una estampida durante las celebraciones de Lag Baomer el año pasado. En noviembre, presentó un reporte provisional al primer ministro Naftali Bennett, que incluye numerosas recomendaciones para el evento de este año.

Le sobreviven su esposo Arye Naor, quien fue secretario del gabinete del primer ministro Menajem Begin, y sus hijos gemelos, Mijael y Naftali.

La Autoridad Judicial dijo en un comunicado que está “conmocionada por la pena y el dolor” ante la noticia de la muerte de Naor.

Naor nació en Jerusalén en 1947 y se licenció en Derecho en la Universidad Hebrea de Jerusalén. En 1980 fue nombrada jueza del Tribunal de Primera Instancia de Jerusalén, a los 33 años, y en 1988 pasó a ser jueza del Tribunal de Distrito de Jerusalén.

Durante su mandato de 14 años en la Corte Suprema de Justicia, supervisó algunos de los casos más significativos de la historia de Israel, entre los que se incluyen la anulación de la legislación que pretendía postergar el alistamiento de jóvenes ultraortodoxos en las FDI; la prohibición de la deportación de solicitantes de asilo africanos contra su voluntad; la autorización para la apertura de minimercados de Tel Aviv en Shabat; y la obligación del gobierno de reconocer las conversiones al judaísmo privadas para obtener la ciudadanía.

Al retirarse tras 38 años en la justicia, Naor habló de los ataques contra la Corte Suprema de Justicia y advirtió que la independencia judicial no puede darse por sentada, y debe ser preservada: “Si no protegemos la democracia, la democracia no nos protegerá”.

“He sido presidenta de la Corte Suprema durante los últimos tres años. No ha sido una etapa fácil. Durante ese tiempo se han dicho cosas contra la corte, incluso expresiones burdas que no voy a repetir. La crítica material es legítima e importante, pero las cosas que se han dicho en los últimos años, a menudo sin leer la sentencia en su totalidad o en parte, se han desviado de los límites de la crítica legítima”, advirtió entonces.

Políticos y funcionarios del gobierno lamentaron su repentina muerte.

El primer ministro Naftali Bennett calificó a Naor de “respetada jurista, siempre muy cuidadosa en mantener el equilibrio necesario entre la variedad de valores de la sociedad israelí, y en fortalecer el carácter nacional y sionista del Estado de Israel.”

“Por encima de todo, era una persona del pueblo. Trataba a todos con respeto y se aseguraba de usar sus palabras con calma”.

El presidente Yitzhak Herzog dijo que Naor “será recordada en la historia de Israel como la reina de la justicia y como uno de los titanes del derecho israelí – una mujer sabia, conocedora, sensible, fuerte e independiente, que siguió siendo modesta incluso cuando se sentó en los más altos tribunales del país”.

El ministro de Asuntos Exteriores, Yair Lapid, elogió a una “mujer fuerte, que dedicó su vida, su sabiduría y su experiencia en beneficio de la justicia y el derecho en Israel”.

El ministro de Justicia, Gideon Sa’ar, expresó sus condolencias a su familia. Describió a Naor como una verdadera jueza en toda su esencia, que ascendió a la cima del sistema judicial. “Una excelente jueza y abogada, analítica, minuciosa, trabajadora y detallista”, dijo.

La ministra del Interior, Ayelet Shaked, exministra de Justicia, la llamó “mi muy querida amiga”, que no “dejó una piedra sin mover” en su búsqueda de la justicia. “Gracias por dedicar tu vida al Estado de Israel. Tu labor quedará grabada para siempre en los anales del Estado de Israel”, expresó Shaked.

El fiscal general Avijai Mandelblit dijo que Naor era “una figura ejemplar, un faro de justicia, sabiduría y valores, cuya contribución al mundo del derecho fue inestimable”.

El exprimer ministro Benjamín Netanyahu elogió a Naor por su “profundo compromiso con el Estado de Israel y el mundo del derecho, al que tanto contribuyó a lo largo de su vida”.

Por su parte, el diputado Bezalel Smotrich, del partido opositor Hatzionut Hadatit, dijo a la Radio del Ejército que le resulta difícil elogiar a Naor.

“Recordaré a Miriam Naor como alguien que insistió en la demolición de casas en [los asentamientos de Ofrá y Amona y Netiv Ha’avot en Judea y Samaria. En resumen, una presidenta más [de la Corte Suprema] en una larga línea de aquellos que destruyeron una institución que alguna vez fue gloriosa. Es difícil para mí ser hipócrita”, apuntó.

En 2017, Naor fue criticada por negarse a enviar a un representante de la Corte Suprema a una ceremonia estatal que conmemoraba los 50 años de los asentamientos, diciendo que la corte no debe participar en una “ceremonia controvertida”.

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