Enlace Judío México e Israel – Esta mañana se llevó a cabo en el Antiguo Senado el acto conmemorativo en memoria de las víctimas del Holocausto, y el tradicional homenaje al diplomático mexicano Gilberto Bosques, responsable por la salvación de miles de judíos y republicanos españoles.

El embajador de Israel en México, el señor Zvi Tal, hizo un llamado enérgico a tener “cero tolerancia” hacia los discursos discriminatorios y de incitación al odio, durante su ponencia en el evento conmemorativo por los 77 años de la liberación del campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau, celebrado esta mañana en el Senado de la República, y donde también se hizo homenaje a Gilberto Bosques.

Aludiendo de manera indirecta al episodio vivido recientemente, cuando una maestra universitaria en México hizo un “chiste” sobre el Holocausto, el embajador dijo que “algunos incidentes vergonzosos que han ocurrido en algunas instituciones educativas de alto nivel han demostrado que, en lugar de ser los modelos de rol que uno quisiera que fueran a los ojos de sus alumnos, algunos profesores están propagando mensajes discriminatorios, incitando así a la intolerancia y al odio.”

Añadió que “la motivación detrás de estos actos, la cuestión de si provienen de la pura ignorancia o de un sentido de identificación ideológica es para mí secundaria. Debe haber cero tolerancia hacia tales mensajes y actos.”

En consonancia con otros ponentes del día, el diplomático israelí dijo que “cuando el habla detona actos que infringen la libertad de otras personas, la línea roja se ha cruzado. Esto es verdad también respecto al humor. Al propagar los llamados chistes de la Shoá, del Holocausto, uno no solo está ofendiendo la memoria de los seis millones de judíos y muchas otras víctimas del régimen Nazi, sino que uno corre el riesgo de que quienes viven entre nosotros hoy en día lleguen a ser blanco de discursos de odio y violencia.”

Zvi Tal advirtió que “ninguna sociedad es inmune a estas despreciables manifestaciones y hemos sido llamados a ser vigilantes y determinantes en nuestra reacción. El único medio para reducir significativamente su alcance, es a través de la educación. Las herramientas están disponibles, ya sea a través de la currícula para sistemas educativos formales o la educación informal, museos, centros pedagógicos, etcétera. Es solo una cuestión de hacerlos ampliamente accesibles.”

Tal finalizó su discurso afirmando que “cuando la educación y el comportamiento responsable de los proveedores de servicios hayan vencido la ignorancia y la diseminación del odio, solo entonces seremos fieles al llamado de nunca más.”

Las benditas redes sociales

Antes de Tal, el presidente del Comité Central de la Comunidad Judía de México, el arquitecto Marcos Shabot, había alertado ya sobre la peligrosa función que las redes sociales están ejerciendo en la propagación de discursos de odio contra grupos étnicos, sociales y políticos.

“Con la modernidad de las comunicaciones y el advenimiento de las redes sociales, nos encontramos mejor y más rápidamente comunicados para bien y para mal. Las redes sociales, sin duda, han traído beneficios enormes al mundo (…). Pero con todo lo positivo, lamentablemente, siempre hay grupos de personas que lo aprovechan para el mal”, dijo Shabot.
“La difusión de ideas racistas, discriminatorias e ideologías intolerantes son hoy en día más comunes en estas redes. El anonimato a través del cual pueden escudarse (quienes las profieren) les facilita difundir propaganda falsa sin temor a ser descubiertos”, señaló.

También dijo que aunque “México cuenta con leyes muy avanzadas que implícitamente prohiben las expresiones de incitación al odio y la violencia”, el anonimato de los usuarios impide la aplicación de dichas leyes.

“Los genocidios no comienzan directamente con las agresiones físicas, inician primero con los ataques verbales que van preparando el terreno para la violencia. Hoy empezamos a ver ataques similares a través de Twitter, que muy pronto se convierten en trending topics, con incitación al odio y la violencia, tan agresivos como los de los años treinta, muchos de estos, antisemitas, pero otros, también contra grupos como los indígenas, los que tienen preferencias sexuales diferentes y las mujeres.”

En un tono enérgico, el líder comunitario dijo que “nosotros nos preguntamos, con todos los sucesos del siglo XX, con experiencias como el Holocausto, ¡cómo podemos seguir permitiendo que este tipo de expresiones continúen! Por supuesto que somos defensores y promotores de la libertad de expresión: cada individuo puede, porque así lo consagra nuestra Constitución, expresar sus puntos de vista libremente y sin cortapisas, pero sin duda, ese derecho termina cuando amenaza los derechos de terceros y promueve el odio y la agresión.”

Para concluir su participación Shabot llamó a buscar “la solución y frenar la inquietante diseminación de odio, que se hace” bajo la condición de anonimato que proveen las plataformas de redes sociales. “Juntos, sociedad civil, con los tres poderes de la Unión, podemos evitar que vuelva a suceder lo que hoy estamos recordando. ¡Nunca jamás!”

Hacia un estado de derecho

El evento solemne comenzó poco después de las 11:00 de la mañana y fue el senador Ricardo Monreal, presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República, quien comenzó su discurso diciendo que “la memoria es algo frágil, a veces, caprichosa, pero siempre necesaria.”

Monreal, pieza clave en la historia de el acto conmemorativo que se celebra cada año en el Senado, recordó que “el Holocausto no fue liderado por las masas, fueron las élites de todas partes, las académicas que encendieron el fuego, la de los doctores más prominentes, las filósofas, filósofos más renombrados, muchas de las mentes más preclaras se sumaron con entusiasmo al Partido Nazi.”

Monreal recalcó la “necesidad de contar con leyes que defiendan los derechos humanos de todas las personas (…). “Las atrocidades del Holocausto son un recordatorio para los senadores y senadoras pero también una exigencia para seguir construyendo un cuerpo normativo que combata la discriminación de cualquier tipo.”

En un discurso pausado y sereno, Monreal hizo reiteradas alusiones a la necesidad de contar en México con un estado de derecho firme, pues “la realidad es que en México, en muchas ocasiones, la justicia se olvida o ha sido la gran olvidada.”

El senador por Morena habló sobre la corrupción extendida tanto en las fiscalías como en los ministerios públicos y en los tribunales.

“La justicia no debe ser para unas cuantas personas sino erigirse como una auténtica necesidad y un legítimo derecho de todas y de todas. Por tarde que sea, tarde o temprano las mexicanas y los mexicanos tocaremos las puertas de la justicia buscando la protección de nuestros derechos. En tal sentido, como en toda democracia, debemos construir un estado de derecho robusto, firme, en el que las leyes sean eficaces, observadas y aplicadas, que den certeza jurídica en el ejercicio de los derechos y el cumplimiento de las responsabilidades, en el marco de una auténtica división de poderes.”

De vuelta al tema central del día, Monreal dijo que “resulta difícil de aceptar que, a 77 años del Holocausto, el antisemitismo y otras ideologías xenófobas estén reviviendo en el mundo. Frente a las injusticias y las tropelías, no podemos actuar con neutralidad ni con tibieza, tampoco de manera tardía. En el caso del Holocausto, la justicia llegó tan tarde que no fue capaz de impedir la muerte de seis millones de personas, entre ellas, un millón de niñas y niños.”

“Sin construimos un estado de derecho sólido, sí, podemos cambiar el futuro de México”, concluyó el senador, quien recibió una carretada de aplausos que dio pie para que la también senadora y presidenta del Senado, la exministra Olga Sánchez Cordero, tomara su turno en el presidio para dirigir su mensaje a los presentes, entre quienes se encontraban líderes comunitarios, periodistas y figuras notables de la comunidad judía de México.

La Shoá, “uno de los pasajes más sombríos de nuestra historia contemporánea”

La antigua secretaria de Gobernación, comenzó por recordar la obra de Gilberto Bosques, de la que dijo: “¡es tan impresionante todo lo que hizo!” Luego de llamar a reflexionar sobre el mensaje de su colega, el senador Monreal, Sánchez Cordero habló sobre la Shoá, “uno de los pasajes más sombríos de nuestra historia contemporánea.”

Dijo que “el recuerdo de este trago amargo de la historia nos debe servir para visibilizar otros episodios de odio que lo precedieron, como el genocidio armenio, y otros que tuvieron lugar después, como el de Ruanda, o los lamentables episodios del exterminio racial que vivimos en América Latina durante la segunda mitad del siglo XX.”

Sánchez Cordero señaló que “el sufrimiento de los pueblos que han vivido la crueldad institucionalizada de los genocidios no debe de ser en vano. El Holocausto debe ser recordado para que todos los días de nuestra vida sepamos que los derechos humanos son el pilar sobre el que se sostienen todas las democracias, y es la dignidad humana la piedra sobre la cual se debe de sostener cualquier ejercicio de gobierno y proyecto de Nación.”

El momento en que todos lloraron

La sesión de discursos protocolarios, en la que participaron también los embajadores de Alemania, Francia y Polonia, fue seguida por un acto simbólico de tal emotividad, que arrancó el llanto de los presentes, quienes colmaban el salón.

Se trató de la lectura a muchas voces de un texto escrito por Alisa Chelminsky, la directora del Centro de Estudios Internacionales “Gilberto Bosques”, del Senado de la República, y que estuvo dedicado a la memoria de los niños y niñas que murieron durante el Holocausto.

Entre los lectores se encontraban chicos de la comunidad judía, quienes leían alternadamente fragmentos de diarios, poemas y otros textos escritos por niños judíos que fueron asesinados en la Shoá.

El violinista Abraham Rechthand hacía vibrar las cuerdas de su instrumento y el corazón de los presentes, quienes observaron en un silencio sepulcral, cómo los chicos de Beit Hayeladim iban pasando, uno por uno, a encender las velas que cada año honran la memoria de las víctimas del genocidio Nazi. Poco antes, el hazan de Bet-El, Ari Litvak, había interpretado el “Himno de los Partisanos”, dedicado a la memoria de ese millón de niños judíos cuyos sueños se vieron truncados por la violencia nazi.

Hacia el cierre del evento, el presidente de la Comisión de Relaciones Internacionales del Senado, Héctor Vasconcelos, llamó a pensar en la tragedia que, además de la dimensión humana, supuso para la humanidad la pérdida de tantos talentos judíos.

Dijo que así como Einstein y Wittgenstein, entre el millón de niños y jóvenes judíos asesinados en la Shoá, seguramente había muchas mentes con el potencial de cambiar el mundo. El evento concluyó cuando se depositó una corona floral frente a la placa que conmemora al otro homenajeado del día, el cónsul de México en Marsella durante los años del nazismo.

Su nieto, Gilberto Bosques Tistler, habló con orgullo de la formación y la ascendencia de su abuelo, que incluye a líderes de la Guerra de Independencia, de la Revolución Mexicana y otros pasajes caracterizados por la lucha por la libertad y la dignidad humana.

El cónsul Gilberto Bosques Saldívar concedió cerca de 40 mil visas mexicanas a ciudadanos europeos perseguidos tanto por el franquismo como por los nazis, lo que permitió salvar la vida de una gran cantidad de seres humanos.

 

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