Enlace Judío México e Israel- Al leer recientes páginas de Letras Libres supe del fallecimiento de Ruy Pérez Tamayo, uno de los más importantes y singulares hombres de ciencia que conocí en México.
JOSEPH HODARA

Triste y abrumadora noticia que me condujo a recordar nuestros diferentes encuentros desde mi llegada al país en 1968 invitado por la entonces Escuela de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.

Pérez Tamayo era ya entonces un lúcido intelectual y científico consagrado no sólo a la investigación médica.
Revelaba además un tenaz amor a múltiples disciplinas y a la música amén de verticales posturas respecto a políticas gubernamentales que, en su opinión, apenas ofrecían algún remedio al acumulativo rezago científico y tecnológico del país.

Era amplia y penetrante su curiosidad. Incluyó a uno de mis libros publicados por la UNAM donde señalaba los reiterados conflictos entre políticos y científicos desde Sócrates a los tiempos modernos.

En múltiples oportunidades nos encontramos en foros públicos con el fin de evaluar con alguna lucidez las labores iniciadas desde 1970 por el CONACYT mexicano.

Confieso que la lectura de su libro ¿Existe el método científico? – mereció múltiples ediciones desde su primera edición en 1990 – puso al desnudo mi ignorancia de no pocos episodios en el desenvolvimiento de las ciencias que, a su juicio, fueron presididas desde su origen por las tradiciones griegas y judías.

Nacido en Tampico, Tamaulipas en 1924, Pérez Tamayo gravitó creativamente en diferentes temas y tramos de las ciencias sin excluir el trasfondo filosófico que las sostienen.

Más allá de la muerte, su presencia intelectual continuará gravitando en la gestación de nuevos paradigmas en los múltiples asuntos que le interesaron.


Reproducción autorizada con la mención siguiente: ©EnlaceJudío

Las opiniones, creencias y puntos de vista expresados por el autor o la autora en los artículos de opinión, y los comentarios en los mismos, no reflejan necesariamente la postura o línea editorial de Enlace Judío.