Enlace Judío.- Una ecografía prenatal de rutina puede identificar signos tempranos de autismo, encuentran investigadores de la Universidad Ben-Gurion y del Centro Médico Soroka, informó Arutz Sheva.

Una ecografía prenatal de rutina en el segundo trimestre puede identificar los primeros signos del trastorno del espectro autista (TEA), según ha descubierto un nuevo estudio de la Universidad Ben-Gurion del Negev y el Centro Médico Soroka.

Investigadores del Centro Nacional Azrieli para la Investigación del Autismo y el Desarrollo Neurológico publicaron sus hallazgos el mes pasado en la prestigiosa revista revisada por pares Brain.

Los investigadores examinaron datos de cientos de ecografías prenatales de la encuesta de anatomía fetal realizada durante la mitad de la gestación. Encontraron anomalías en el corazón, los riñones y la cabeza en el 30% de los fetos que luego desarrollaron DSA (defecto septal atrial), una tasa tres veces mayor que la encontrada en los fetos con desarrollo típico de la población general y dos veces más alta que la de sus hermanos con desarrollo típico.

Las anomalías se detectaron con más frecuencia en las niñas que en los niños y la gravedad de las anomalías también se relacionó con la posterior gravedad del TEA.

El Prof. Idan Menashe, miembro del Centro y del Departamento de Salud Pública de la Facultad de Ciencias de la Salud, dirigió la investigación con su estudiante de MD/PhD Ohad Regev.

“Los médicos pueden usar estos signos, discernibles durante una ecografía de rutina, para evaluar la probabilidad de que el niño nazca con TEA“, dice el profesor Menashe, “Estudios anteriores han demostrado que los niños que nacen con enfermedades congénitas, principalmente aquellas que afectan al corazón y los riñones”, tenían una mayor probabilidad de desarrollar TEA. Nuestros hallazgos sugieren que ciertos tipos de TEA que involucran anomalías en otros órganos comienzan y pueden detectarse en el útero”.

Un estudio anterior del Centro encontró que el diagnóstico y el tratamiento tempranos aumentaron la capacidad social tres veces. El diagnóstico prenatal podría significar un curso de tratamiento desde el nacimiento en lugar de esperar hasta los 2 o 3 años o incluso más.

El estudio se realizó como parte de la tesis doctoral de Ohad Regev, asesorado por el Prof. Idan Menashe y el Prof. Reli Hershkovitz. Otros investigadores de la Universidad Ben-Gurion y el Centro Médico Soroka incluyeron: el Dr. Amnon Hadar, el Dr. Gal Meiri, la Dra. Hagit Flusser, la Dra. Analya Michaelovski y el Prof. Ilan Dinstein.

Este estudio fue apoyado por una subvención de la Fundación de Ciencias de Israel (No. 1092/21) e hizo uso de la Base de datos nacional de autismo respaldada por el Ministerio de Innovación, Ciencia y Tecnología y la Fundación Azrieli.

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