Enlace Judío.- El presidente ruso, Vladimir Putin, lanzó una operación militar en Ucrania el jueves con explosiones que se oyeron en todo el país, y el ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania advirtió que se estaba produciendo una “invasión a gran escala”.

Semanas de intensa diplomacia y la imposición de sanciones occidentales a Rusia no lograron disuadir a Putin, que había concentrado entre 150.000 y 200.000 soldados a lo largo de las fronteras de Ucrania.

Putin advirtió a otros países que cualquier intento de interferir en la acción rusa conduciría a “consecuencias que nunca han visto”. Poco después, se oyeron grandes explosiones en Kiev, Kharkiv y otras áreas de Ucrania.

Los videos mostraban fuego de artillería pesada y lo que parecían ser ataques con misiles. El gobierno ucraniano dijo que había comenzado una invasión rusa y que se estaba atacando sitios militares en todo el país. Hubo informes no confirmados de tropas terrestres rusas trasladándose a Odessa y Kharkiv. Un informe de CNN dijo que las tropas rusas estaban ingresando al país a través de Bielorrusia, aliado de Moscú.

Fotograma de un video que pretende mostrar ataques con misiles en Dnipro, Ucrania, el 24 de febrero de 2022. (captura de pantalla: Twitter)

Un funcionario del Ministerio del Interior de Ucrania dijo a CNN que hubo “cientos” de víctimas, sin proporcionar detalles. La cifra no pudo ser confirmada de inmediato.

El ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, dijo que Putin había “lanzado una invasión de Ucrania a gran escala”.

“Las ciudades ucranianas pacíficas están bajo ataque. Esta es una guerra de agresión. Ucrania se defenderá y ganará. El mundo puede y debe detener a Putin. El momento de actuar es ahora”, tuiteó.

Putin dijo que el ataque era necesario para proteger a los civiles en el este de Ucrania, una afirmación que Estados Unidos había predicho que haría falsamente para justificar una invasión.

En un discurso televisado, Putin acusó a Estados Unidos y sus aliados de ignorar la demanda de Rusia de evitar que Ucrania se una a la OTAN y ofrecer garantías de seguridad a Moscú. Dijo que el objetivo de Rusia no era ocupar Ucrania.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, denunció el ataque “no provocado e injustificado” contra Ucrania y dijo que el mundo “hará que Rusia rinda cuentas”.

Una invasión rusa en toda regla podría causar bajas masivas y derrocar al gobierno de Ucrania elegido democráticamente. Y las consecuencias del conflicto y las sanciones resultantes impuestas a Rusia podrían repercutir en todo el mundo, afectando el suministro de energía en Europa, sacudiendo los mercados financieros mundiales y amenazando el equilibrio posterior a la Guerra Fría en el continente.

Putin dijo que la operación militar rusa tenía como objetivo garantizar la “desmilitarización” y la “desnazificación” de Ucrania. Putin instó a los militares ucranianos a “deponer las armas inmediatamente y volver a casa”.

Putin anunció la operación militar después de que el Kremlin dijera que los rebeldes en el este de Ucrania pidieron asistencia militar a Rusia para ayudar a defenderse de la “agresión” ucraniana, lo que inmediatamente alimentó los temores de que Moscú estaba ofreciendo un pretexto para la guerra, tal como había advertido Occidente.

Poco después, el presidente ucraniano rechazó las afirmaciones de Moscú de que su país representa una amenaza para Rusia y dijo que una invasión rusa costaría decenas de miles de vidas.

“El pueblo y el gobierno de Ucrania quieren la paz”, dijo el presidente Volodymyr Zelensky en un emotivo discurso nocturno, hablando en ruso en un llamamiento directo a los ciudadanos rusos. “Pero si somos atacados, si enfrentamos un intento de quitarnos nuestro país, nuestra libertad, nuestras vidas y las vidas de nuestros hijos, nos defenderemos. Cuando nos ataquen, verán nuestras caras, no nuestras espaldas”.

Zelensky dijo que pidió concertar una llamada con Putin el miércoles por la noche, pero el Kremlin no respondió.

El presidente ucraniano Volodymyr Zelensky (centro) reunido el lunes con los presidentes de Polonia, Andrzej Duda (I), y Lituania, Gitanas Nauseda (EFE)

El ataque comenzó justo cuando el Consejo de Seguridad de la ONU celebraba una reunión de emergencia el miércoles por la noche a pedido de Ucrania. Dmytro Kuleba, ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, calificó la solicitud de los separatistas como “una nueva escalada de la situación de seguridad”.

Aproximadamente una hora antes, Ucrania cerró su espacio aéreo al tráfico aéreo civil, según un aviso a los aviadores. Un sitio web de seguimiento de vuelos comerciales mostró que un Boeing 787 israelí de El Al que volaba de Tel Aviv a Toronto salió abruptamente del espacio aéreo ucraniano antes de desviarse sobre Rumania, Hungría, Eslovaquia y Polonia.

El único otro avión rastreado sobre Ucrania fue un avión de vigilancia no tripulado RQ-4B Global Hawk de EE. UU., que comenzó a volar hacia el oeste el jueves temprano después de imponer Rusia restricciones de vuelo sobre territorio ucraniano.

La ansiedad por una inminente ofensiva rusa contra su vecino se disparó el lunes tras reconocer Putin la independencia de las regiones separatistas, respaldar el despliegue de tropas en los territorios rebeldes y recibir la aprobación parlamentaria para usar la fuerza militar fuera del país. Occidente respondió con sanciones.

Según Dmitry Peskov, portavoz del Kremlin, los jefes rebeldes escribieron a Putin el miércoles rogándole que interviniera después de los bombardeos ucranianos que causaron muertes de civiles y paralizaron infraestructura vital.

Camiones militares se mueven por una calle en las afueras de Donetsk, el territorio controlado por militantes prorrusos, en el este de Ucrania, el 22 de febrero de 2022 (Foto AP)

Más temprano ese día, Ucrania aprobó un decreto imponiendo un estado de emergencia en todo el país durante 30 días a partir del jueves, que permite a las autoridades declarar toques de queda y otras restricciones de movimiento, bloquear mítines y prohibir partidos y organizaciones políticas “en interés de la seguridad nacional y el orden público”.

La acción reflejó una creciente preocupación entre las autoridades ucranianas tras semanas intentando proyectar calma. El Ministerio de Relaciones Exteriores desaconsejó viajar a Rusia y recomendó que cualquier ucraniano que esté allí salga de inmediato.

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