Enlace Judío – El presidente de Israel, Yitzhak Herzog evitó condenar directamente a Rusia por su invasión a Ucrania durante una visita oficial a Grecia, informó The Times of Israel.

Al reunirse con la presidenta griega Katerina Sakellaropoulou, Herzog expresó su esperanza para una solución pacífica del conflicto.

“Esta mañana siento una gran tristeza, temiendo una tragedia humanitaria y, Dios no lo quiera, daños a civiles inocentes, y rezo como muchos en todo el mundo para que vuelva la paz en este conflicto entre Rusia y Ucrania”, dijo a Sakellaropoulou.

Herzog reiteró el apoyo de Israel a “la integridad territorial de Ucrania”, y pidió a los ciudadanos israelíes “regresar a Israel de inmediato y salir ahora mismo a través de los cruces terrestres”.

También prometió “cuidar por el destino de la comunidad judía en Ucrania”, y ofrecer “toda la cooperación humanitaria posible al gobierno de Ucrania”.

“Hacemos un llamamiento a las partes involucradas para que resuelvan el conflicto”, añadió, durante una reunión separada con el primer ministro griego Kyriakos Mitsotaki.

La visita de Herzog a Turquía, que tendrá lugar en las próximas semanas, dominó las conversaciones en Atenas, junto con la naciente cooperación en materia de energía.

En los últimos años, Israel, Grecia y Chipre han cooperado en proyectos energéticos y realizado ejercicios militares conjuntos, pero un acercamiento entre Israel y Turquía podría complicar la alianza.

Los lazos entre Jerusalén y Ankara se congelaron en gran medida durante la última década; la última visita de un alto funcionario israelí a Turquía fue en 2016 del entonces ministro de Energía, Yuval Steinitz. El viaje de Herzog a Turquía, seguido por llamadas telefónicas entre los líderes de ambos países y contactos diplomáticos de menor nivel, se considera un primer paso para restaurar los lazos entre antiguos aliados.

Sin embargo, Grecia y Chipre siguen manteniendo una oposición a Turquía ante disputas sobre las fronteras marítimas y los derechos de explotación de minerales en el mar Egeo y el Mediterráneo Oriental, que se han renovado recientemente. Un depósito turco de petróleo y gas en 2020 provocó una confrontación naval entre los países. Las hostilidades se reanudaron el miércoles cuando la guardia costera griega hizo disparos de advertencia a un barco de pesca turco que, según dijo, había intentado embestir a la patrullera cerca de la isla de Quíos, en el este del mar Egeo.

La alianza de Israel con Grecia y Chipre se ha visto favorecida por un proyecto de 7,000 millones de dólares para construir un gasoducto de 1,900 kilómetros para transportar gas natural desde las plataformas marinas del Mediterráneo hasta Europa. El proyecto contaba con el apoyo de EE.UU. y la oposición de Turquía, que reclama algunos de los yacimientos de gas turcos y chipriotas como propios. Sin embargo, el mes pasado, Washington retiró su apoyo, por su compromiso con energía más limpia.

Según los informes, Estados Unidos se opuso al plan debido a la exclusión de Turquía, que contribuye a la inestabilidad regional.

En las últimas semanas, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha expresado la posibilidad de cooperar con Israel para transportar gas a Europa.

En una declaración previa al viaje, Herzog dijo que “Israel, Grecia y Chipre son socios en una alianza de estabilidad en el Mediterráneo”.

“Estas visitas de Estado son expresiones de la profunda amistad entre nuestros pueblos, así como de nuestra cooperación estratégica”, manifestó.

Herzog confirmó su próxima visita a Turquía durante una conferencia sobre el cambio climático en Jerusalén.

Señaló que pretende forjar una “cooperación regional para hacer frente a la crisis climática”, con Grecia, Chipre y Turquía, así como con Egipto, Jordania, los Emiratos Árabes Unidos y la Autoridad Palestina.

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