Joseph Hodara / Hacia una ineludible hospitalidad

Enlace Judío México e Israel – Testigo de los trágicos eventos que se verifican en Ucrania, el gobierno israelí presidido por Bennett y apoyado por una heterogénea coalición de figuras y partidos procura preservar un difícil equilibrio con los líderes de dos países hoy en sangrienta colisión.

Actitud que fluye de la difícil constelación geopolítica e ideológica que gravita en el Medio Oriente. Ciertamente, es imposible ignorar la presencia rusa en Siria y la creciente influencia de Moscú en las actitudes de Teherán.

En estas circunstancias, cualquier acción israelí considerada negativa u hostil por Moscú podría traducirse en un amplio choque militar que trastornaría considerablemente los sensibles equilibrios que hoy se conocen en esta región del mundo.

Circunstancias que, sin embargo, no justifican ni perdonan la presente actitud de Jerusalén respecto a las víctimas no judías de la conflagración en Ucrania que en estos difíciles días buscan algún refugio.

Juzgo que cerrar el acceso al país o condicionarlo al pago de una alta suma representa no sólo un lamentable error. Es un inexcusable olvido.

Múltiples páginas de la Historia documentan las aflicciones – cuando no la muerte – de judíos que aspiraron a convivir con otros pueblos. Pero también indican la generosidad – o al menos la tolerancia- que les favorecieron en múltiples circunstancias.

Los quince millones que hoy componen la diáspora judía ofrecen testimonios y evidencias de lo señalado. Obligan también a Israel a una recepción- sin distinciones de origen o credo- de aquellos que hoy conocen la pérdida del hogar que construyeron.

Actitud que ciertamente debe ajustarse a la capacidad del país para integrarlos con mesura y sin tropiezos. El relato judío y la existencia de Israel nos obliga.

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