Enlace Judío México e Israel— Uno de los dos grupos encargados de certificar las solicitudes de ciudadanía de los judíos sefardíes de todo el mundo dijo que ya no lo haría,  luego del arresto de su rabino por sospecha de fraude.

La Comunidad Judía de Oporto, que representa a los judíos en la segunda ciudad más grande de Portugal, anunció el domingo que “ya no está interesada en cooperar con el estado en la certificación de los judíos sefardíes”, según un comunicado informado por la agencia de noticias Lusa.

La declaración siguió al arresto el jueves del rabino Daniel Litvak en relación con una investigación sobre un presunto fraude en el procesamiento de solicitudes de ciudadanía por parte de la comunidad. La investigación fue impulsada en parte por la concesión de la ciudadanía por parte de la organización el año pasado a Roman Abramovich, un oligarca judío ruso objeto de sanciones debido a sus vínculos con el gobierno del presidente ruso Vladimir Putin.

Portugal y España aprobaron leyes que garantizan la ciudadanía a dichos solicitantes en 2013. Los gobiernos de ambos países dijeron que las leyes estaban destinadas a expiar la Inquisición, una campaña de persecución contra los judíos que llevó a decenas de miles a huir de esos países, principalmente en el siglo XVI. .

La ciudadanía de Abramovich, que le dio un pasaporte de la Unión Europea por primera vez, llamó la atención porque pocos judíos rusos tienen ascendencia sefardí, aunque algunos judíos sefardíes que abandonaron España y Portugal debido a la Inquisición llegaron a Europa del Este.

La Comunidad Judía de Oporto ha negado haber actuado mal y dijo que procesó la solicitud de Abramovich como lo haría con la de cualquier otra persona.

La decisión del grupo de no tramitar más solicitudes de ciudadanía deja solo a la Comunidad Judía de Lisboa con derecho a naturalizar a los descendientes de judíos sefardíes. No está claro cuántas solicitudes están actualmente pendientes con la Comunidad Judía de Oporto, que ha manejado miles de solicitudes de este tipo desde que la ley de ciudadanía entró en vigencia en 2015.

La ley ha sido una bendición para la comunidad de aproximadamente 700 judíos. Los solicitantes han pagado al menos 250 euros cada uno, una tarifa que ha solucionado el grave problema de liquidez de la comunidad. En los últimos años, la Comunidad ha producido una película sobre la historia judía de Oporto y ha abierto un museo del Holocausto y otros servicios.

 

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