Enlace Judío México e Israel- En 1940, los nazis habían impresionado al mundo con su implacable avance militar, pues en abril Hitler ocupó Noruega y Dinamarca, y un mes después cayeron los Países Bajos, Bélgica y Luxemburgo.

Francia sabía que era el siguiente objetivo, pues desde la Primera Guerra Mundial, pues los alemanes tenían con Francia cuentas por ajustar. Hitler no olvidaba el tratado de Versalles que había dejado a Alemania con penalizaciones económicas lamentables y desproporcionadas.

Así que sí, Francia sería el objetivo y no había poder humano que salvaría a los franceses de su destino.  

Por su parte, los comandantes del ejército francés tenían una enorme confianza en lo que ellos consideraban una natural defensa: los bosques arbolados de las Ardenas, asumían que aquellos bosques poblados de árboles serían imposibles de atravesar por los tanques alemanes.

Sin embargo, el 10 de mayo, los franceses comprobaron que estaban en un error: los implacables tanques alemanes avanzaron a través de los bosques sin ningún tipo de complicación. 

 Ni Francia, ni Europa occidental, ni Europa Oriental… parecía que ya nadie se podía salvar. Hitler avanzaba por Europa con paso firme, y las fotografías frente de la Torre Eiffel dejaron claro al mundo entero que ya nadie estaba a salvo.  

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