Enlace Judío – El rey de Jordania, Abdalá II, condenó el ataque a tiros en Bnei Brak durante una reunión con el presidente de Israel Yitzhak Herzog en Amán e instó a la calma antes del mes musulmán del Ramadán, informó Haaretz.
Según declaraciones recogidas por la agencia estatal de noticias Petra, el monarca dijo al presidente de Israel que visita Amán que la violencia “en todas sus formas sigue siendo un terreno fértil para el extremismo”.
Un comunicado de la monarquía señaló que el rey condenó “los trágicos ataques que tienen como objetivo a civiles de ambos bandos, incluido el ataque de ayer”.
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Herzog agradeció al rey su condena. “Debemos luchar juntos contra cualquier tipo de terrorismo y cooperar en beneficio de la seguridad de nuestras naciones”, dijo.
El rey dijo que la visita de Herzog puede ser una oportunidad para avanzar hacia una solución del conflicto palestino-israelí, y añadió que se debe permitir a los palestinos disfrutar de las “grandes oportunidades” de cooperación económica que ofrece la región.
Abdalá pidió a Israel garantizar la libertad de los fieles musulmanes para acudir a la mezquita de Al-Aqsa en Jerusalén durante el Ramadán. Mientras tanto, la Policía de Israel ha pedido restringir el número de fieles palestinos que ingresarán a la mezquita ante la reciente ola de atentados en el país.
Herzog hizo un llamamiento para mantener la cooperación en materia de seguridad, diciendo que “debemos avanzar para que todos puedan practicar sus creencias con seguridad, en circunstancias tranquilas”.
El martes, el ministro de Defensa, Benny Gantz, se reunió con el rey de Jordania en su palacio de Amán para discutir los “desafíos de seguridad regional” antes del Ramadán.
Según el Ministerio de Defensa, Gantz presentó al rey las medidas que Israel tiene previst adoptar para mantener la libertad de culto en Jerusalén, y destacó la “importancia de la coordinación de la seguridad” a la luz de los recientes acontecimientos.
Un comunicado del palacio real jordano dijo que el rey recalcó a Gantz “la necesidad de mantener la calma total, respetar los derechos de los musulmanes en la mezquita de al-Aqsa, eliminar todo obstáculo que se les presente y evitar acciones que pueda conducir a una escalada”.
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