Enlace Judío México e Israel – La posición diplomática de Israel ha mejorado considerablemente en los últimos años. La tesis del anterior primer ministro Benjamín Netanyahu, ha sido acertada. El reconocimiento de Israel por parte de países árabes y musulmanes no necesariamente debía pasar primero por la resolución del largo, complicado y ya inentendible conflicto palestino-israelí. La administración que ha sucedido a Netanyahu ha seguido la misma línea con acierto.

Los Acuerdos de Abraham

La firma y entrada en vigor de los Acuerdos de Abraham constituyen un hito en la historia del Medio Oriente. Países que parecían imposibles para conversar y negociar con Israel, se presentan como aliados en temas de suma importancia. Económicos, turísticos, sociales y de seguridad. Estos últimos de gran necesidad.

Es cierto que la eventualidad, ya casi realidad, de un Irán nuclear aglutina en un mismo bando a quienes son los blancos de la animadversión del coloso persa. La trayectoria de Irán no es teórica, se comprueba en la práctica en una serie de acciones: su presencia en Siria, su apoyo a Hizbolá, su influencia en Gaza. Su retórica amenazante contra Israel es digna de intimidación.

Juntos con Israel, aquellos países que se sienten amenazados han tratado de hacer un frente común para enfrentar a Irán, y para convencer a los Estados Unidos de los peligros que les significan el acuerdo nuclear con Irán en los términos que se conocen.

Las relaciones entre Israel y países antes enemigos o que no reconocían su derecho a la existencia, dan unos aires de paz que llenan de optimismo a muchos

Haciendo caso omiso de lo anterior, lo cierto del caso es que las relaciones entre Israel y países antes enemigos o que no reconocían su derecho a la existencia, dan unos aires de paz que llenan de optimismo a muchos. Pero hay a quienes les molesta esta eventualidad de paz y hacen lo imposible por desbaratarla.

Esto no es nuevo. Cada vez que hay iniciativas serias de paz, ocurren atentados que pretenden minar la confianza entre israelíes y palestinos. Ocurrió cuando los Acuerdos de Oslo parecían funcionar o eran esperanzadores. Autobuses estallando a manos (a cinturones) de homicidas-suicidas dieron al traste con la paz.

Cuando se quiere una reacción israelí que genere condenas en diplomacia y medios de comunicación, los cohetes desde Gaza hacen su mortal aparición.

Israel se ha visto sometida en los últimos días a una ola de terror. Atentados de virulencia extrema. Acuchillamientos en la vía pública. Pistoleros disparando a transeúntes con ametralladoras. Han sembrado en terror en las calles de Israel, y pretenden que Israel reaccione con acciones que sean objeto de condena. Lo de siempre, como siempre.

Israel se enfrenta a un enemigo mortal y bastante poco visible antes de que haga aparición en la escena misma del crimen. Apuñalar a alguien, matar con un destornillador, atropellar con un vehículo, son acciones difíciles de prevenir. Los suicidas no dan valor a su propia vida, y la disuasión no funciona ante ellos. Adelantarse a sus intenciones asesinas resulta imposible.

Neutralizar a alguien que dispara a mansalva con una ametralladora es realmente complicado. La inteligencia de los cuerpos de seguridad israelíes logra detectar sospechosos y planes de ataque, gracias a sofisticadas rutinas y navegación en plataformas de redes sociales entre otras cosas. Pero la prevención de atentados, y la captura de culpables no son acciones fáciles o sin efectos colaterales.

La estrategia de quienes quieren impedir que las relaciones de paz y armonía entre Israel y países árabes tengan futuro

Condenar a Israel por los efectos colaterales, denunciar sus operativos de defensa y prevención, también de ajuste de cuentas, son la estrategia de quienes quieren impedir que las relaciones de paz y armonía entre Israel y países árabes tengan futuro. Hay que provocar al estado judío, hacerlo reaccionar y luego criminalizarlo.

Ante esta realidad, la misma que se repite una y otra vez, Israel tiene como primera prioridad la protección de sus ciudadanos. Ha de ser creativa en los mecanismos para evitar atentados y castigar culpables.

Porque, después de todo, Israel está en la primera línea.

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