Enlace Judío – Una alta funcionaria del Ministerio de Salud de Israel dijo este lunes que el país se dirige hacia la reanudación de la vida normal junto con la pandemia de coronavirus, informó The Times of Israel.
“Se podría decir que estamos cerca de la ‘normalidad’ del virus, por así decirlo”, dijo la Dra. Sharon Alroy-Preis, directora de salud pública del ministerio, al sitio de noticias Ynet. “Nos estamos moviendo en esa dirección a través de varios pasos. Los niños en las escuelas ya no necesitan ponerse en cuarentena; lo mismo con las personas que regresan del extranjero”.
Los comentarios se produjeron cuando Israel comenzó a ver datos que apuntaban a un retroceso renovado de la pandemia, con la tasa de propagación cayendo por debajo de 1 por primera vez en dos semanas, lo que indica que los portadores de COVID-19 están transmitiendo el virus a un número cada vez menor de personas.
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A pesar de la evaluación optimista, Alroy-Preis señaló que las nuevas variantes seguirán representando una amenaza de nuevos brotes.
“[Debemos] tener en cuenta que la velocidad a la que ocurren las variantes y los cambios es muy alta, por lo que seguimos manteniendo las restricciones y monitoreando lo que sucede en el extranjero, para asegurarnos de identificar cualquier peligro potencial. Esto es diferente de todos los tipos de virus respiratorios. Aquí todavía estamos en un mundo que no es del todo seguro”, dijo.
Alroy-Preis enfatizó la importancia continua de la vacuna en el control del virus y dijo que esa es la razón de la falta de un aumento en los casos graves y la mortalidad a pesar de un aumento reciente en los casos.
Alroy-Preis descartó la posibilidad de que los funcionarios levanten el mandato de máscara facial para espacios cerrados en el corto plazo.
“Todavía estamos viendo miles de casos nuevos diariamente, por lo que se mantienen las pautas para usar una máscara facial en interiores, y recomiendo encarecidamente que todos las sigan”, dijo.
En los últimos días se han visto alrededor de 10 000 casos nuevos cada día, frente a los 14 000 de finales de marzo.
Según los últimos datos del Ministerio de Salud, de las 59 638 personas a las que se les hizo la prueba del virus el domingo, el 17.88% por ciento recibió un resultado positivo: 10 664 casos.
Hubo 58 341 infecciones activas, incluidos 254 pacientes hospitalizados en estado grave, de los cuales 98 estaban conectados a ventiladores. Tanto los casos graves como los ventilados han seguido disminuyendo a pesar del reciente aumento de infecciones.
El número de muertos se situó en 10 530.
Los funcionarios de salud han atribuido en parte el reciente aumento de casos a la variante BA.2, una subvariante de Ómicron que se cree que es más infecciosa que la original.
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