Enlace Judío México e Israel – Pésaj es una de las festividades en las que más énfasis se hace y de las más celebradas en círculos judíos. La pregunta de qué es lo que la hace tan importante muchas veces viene acompañada de la respuesta que en ella se fortalecen los principios de la fe y las creencias más importantes, pues es en esta festividad que celebramos el Éxodo de Egipto y es en este evento que dichas premisas fueron reveladas para la posteridad. Najmánides es uno de los tantos comentaristas y filósofos judíos que explican el pasaje del Éxodo desde los fundamentos de la fe a continuación analizamos uno de sus comentarios más famosos, que se encuentra al final de parashat Bo; aquí explica los milagros y las plagas de Egipto.

“En los días de Enosh, cuando surgió la adoración de ídolos, las opiniones en materia de fe cayeron en el error. Algunas personas negaron la raíz de la fe diciendo que el mundo es eterno; negaron al Eterno, y dijeron … Otros negaron Su conocimiento de los asuntos individuales, y algunos admitían Su conocimiento pero negaban el principio de la providencia y hacían a los hombres como los peces del mar, [creyendo] que D-os no vela por ellos y que no hay castigo ni recompensa por sus actos, pues dicen que el Eterno ha abandonado la tierra. Ahora bien, cuando D-os se complace en provocar un cambio en el orden habitual y natural del mundo por el bien de un pueblo o de un individuo, entonces la anulación de todas estas [falsas creencias] se hace evidente para toda la gente, ya que un milagro sobrenatural muestra que el mundo tiene un D-os que lo creó, que lo conoce y supervisa, y que tiene el poder de cambiarlo.” (Rambán Éxodo 13:16)

La creación ex nihilo

Dentro del comentario el primer enunciado que Rambán defiende es que D-os creó el mundo. Plantea la premisa que el milagro con su sola existencia demuestra que el mundo fue creado, pues el hecho de que las leyes de la naturaleza puedan ser alteradas por D-os demuestra que no son independientes a Él, que Él no depende de ellas y para que Él pudiera cambiarlas deben haber surgido de Él. Bajo cierta forma lógica si D-os no hubiera creado la materia no podría cambiarla. Najmánides refuerza citando el diálogo entre Moisés y el faraón y explicando que en ese diálogo se encuentra el objetivo mismo del milagro:

“Por eso la Escritura dice en relación con las maravillas [en Egipto]: Para que tú [Faraón] sepas que Yo soy el Eterno en medio de la tierra, lo cual nos enseña el principio de la providencia, es decir Para que sepas que la tierra es del Eterno, lo cual nos informa del principio de la creación, pues todo es Suyo ya que Él creó todo de la nada; Para que sepas que no hay nadie como Yo en toda la tierra, lo cual indica Su poder, es decir, que Él gobierna todo y que no hay nada que lo retenga. Los egipcios negaron o dudaron de todos estos [tres] principios, [y los milagros confirmaron su verdad].” (Rambán Éxodo 13:16)

Aunque no es evidente en el comentario al hablar de la creación ex nihilo Najmánides está retomando una discusión muy presente en la Edad Media tanto entre filósofos cristianos como judíos. En esa época se discutían la ideas de Aristóteles o Platón sobre la naturaleza de la materia, Najmánides está negando la postura que propone la existencia del mundo a través de una materia primera a la cual D-os da forma, pues esto limita a D-os a la materia y entra en contradicción directa con la idea de un ser ilimitada y Eterno. Él aboga por la Creación ex nihilo y la libertad absoluta de D-os, objetando que Éste no está sujeto a la materia ni a la necesidad y más adelante en otros escritos expondrá la postura de la Creación como emanación divina, característica de los cabalistas.

Providencia divina

El siguiente grupo de ideas que Najmánides defiende en su comentario está relacionado con la influencia que D-os tiene sobre el mundo. Najmánides mantiene que 1) D-os ve el mundo, es decir tiene consciencia de lo que sucede en la realidad material 2) intercede en los asuntos humanos y en el mundo 3) lo hace a través del castigo y la recompensa

Estos tres puntos tienen una estrecha relación entre si D-os intercede en los asuntos humanos necesariamente tiene conocimiento de los mismos; si da un castigo o una recompensa eso implica que intercede en los asuntos humanos. Al mencionar los milagros ocultos Najmánides está exponiendo el núcleo de su filosofía hacia la Torá. Los milagros ocultos es lo que conocemos como milagros naturales.

Para Najmánides todo evento en el mundo es un milagro y da testimonio de la creación divina nada ocurre por azar, todo son concatenaciones de milagros en los que D-os y el mundo responden a la forma en que el hombre se comporta. Por eso la idea de recompensa y castigo es tan importante en su filosofía pues el mundo es el resultado del actuar del hombre tanto a nivel individual como a nivel colectivo. El objetivo último además de este sistema es el conocimiento de D-os a través de nuestras acciones por eso incluso al final del comentario pone un énfasis tan marcado en las acciones pequeñas y los actos de religiosidad cotidianos que la persona realiza.

Los milagros como un evento histórico

Es importante resaltar que para los filósofos de la Edad Media la narración en la Torá se lee como un evento histórico y como tal las plagas y los milagros también se explican de esta manera. Najmánides no pone en tela de juicio la existencia de dichos milagros, ni los asume como metafóricos. No se va a preocupar en explicar el milagro como tal sino las implicaciones que éste tiene para la disertación filosófica.

Bajo esta visión que toma a los milagros como un hecho dado se refuerza la idea de que el núcleo de la Torá es la enseñanza moral del hombre que D-os da. Bajo la perspectiva de Najmánides y otros comentaristas medievales la realidad del milagro y su suceso histórico fue para demostrar tangiblemente la verdad de las enseñanzas que la Torá propone y eternizarlas a través de la memoria de quienes lo vivieron. Bajo esta postura todo aquel que respeta la Torá es testimonio vivo de las revelaciones que los milagros trajeron y cada mitzvá en donde se recuerda el Éxodo de Egipto, por pequeña que sea carga con sí esta consciencia y esta verdad.