Enlace Judío México e Israel – En el Seder de Pésaj pasado, saltó a la mesa el comentario de que cada treinta años aproximadamente, las tres religiones monoteístas coinciden en sus festividades de primavera. Así sucedió este año, en el cual el islam celebró el mes sagrado del Ramadán, el cristianismo conmemoró los días más santos de la Semana Mayor y el judaísmo solemnizó la fiesta de la liberación. Esto me hizo pensar que en otros tiempos las tres religiones abrahámicas estaban en un contacto cotidiano en la España medieval, e inmediatamente recordé una exposición llamada Hagadás Barcelona: El esplendor judío del gótico catalán.

Esta muestra fue realizada por el Museu D´Historia de Barcelona con el apoyo del Ajuntament de Barcelona. La exposición generó un catálogo breve pero con un argumento de investigación en el que la Historia y la Historia del Arte se unieron metodológicamente para analizar las decenas de Hagadot que la comunidad sefardita aragonesa creó y mantuvo durante los varios siglos de asentamiento.

Cuando conocí esta exposición y su catálogo gracias a una muy querida amiga, me sorprendió el trabajo colaborativo que los judíos aragoneses tuvieron con las comunidades cristianas. Este aspecto me hizo ahondar en la investigación del tema y tuve la suerte de encontrarme con la tesis de Alicia Weizl Zonana titulada: La influencia de elementos cristianos en los manuscritos germanos durante los últimos siglos de la Edad Media. Ambos textos muestran una reciprocidad de elementos iconográficos, decorativos y técnicas de manufactura que las comunidades cristianas y judías intercambiaron a lo largo de lo que llamamos el Medioevo.

Técnicas de iluminación en la Hagadá Prato, Tomada de Hagadás Barcelona: El esplendor judío del gótico catalán, p. 21.

Como sabemos, las comunidades judías encontraron espacios de desarrollo social, religioso y cultural bajo la conformación de la Europa cristiana, es decir, a partir del siglo IV de la era común. A partir de este momento, la política de la Iglesia Cristiana Romana u Occidental fue tajante en relación a la permisión de los judíos bajo sus dominios. Como explica la maestra Jackie Konstat, las políticas antijudías de Agustín de Hipona germinaron posteriormente en figuras importantes de la Iglesia, tales como Tomás de Aquino. Dichas posturas tuvieron repercusiones en la conformación de las primeras monarquías, en las que se obligaba a los señores feudales segregar y minimizar el poder de los judíos que tuvieran bajo sus territorios.

De esta manera se construyó un antijudaísmo medieval que por la vía legal y eclesiástica sometió a dichas comunidades. Por otro lado, otros sectores del clero optaron por un trato más humano que buscaba proveer de dignidad a las comunidades judías, tal es el caso de las discusiones entre dominicos y jerónimos en los reinos de Castilla y Aragón hacia el siglo XV, problemáticas en las que los primeros hablaban de una solución de exterminio de las aljamas hispánicas, mientras que los últimos pugnaban por una discusión religiosa respetuosa e incluso una expulsión pacífica de las comunidades judías.

En fin, dentro de la Europa medieval existieron varias posturas completamente opuestas que por un lado permitían los asaltos y la destrucción de las juderías, como es el caso de los ataques masivos en Castilla y Aragón hacia 1391 encabezados por el fraile Fernando Martínez, y por otro promovían el intercambio cultural y económico de los barrios judíos con los cristianos.

El desarrollo tan diferencial tenía que ver directamente con el progreso económico de la aljama en cuestión, razón por la cual las juderías aragonesas fueron más protegidas que las castellanas durante los siglos XIII y XIV. Dentro del reino de Aragón, la familia Trastámara había desarrollado ciertas relaciones comerciales de gran envergadura, aspecto benéfico para las nacientes ciudades y comunas, como por ejemplo Barcelona.

En estos breves y esporádicos períodos de tranquilidad religiosa, las comunidades judías aragonesas intercambiaron técnicas de manufactura de varios oficios del día a día. Los gremios cristianos y los artesanos judíos trabajaron en conjunto, incluso más de lo que pensamos, y una de esas pruebas se encuentra en las Hagadot de Pésaj. Como sabemos, una hagadá es un librillo edificante y moralizante que busca explicar la historia de la liberación del pueblo judío de Egipto. Otra finalidad es la didáctica, toda vez que busca sembrar en los más pequeños la semilla del cuestionamiento, mismo que propicia el desarrollo de una narrativa pedagógica. La Hagadá es el centro del Séder. Nos conduce y orienta en la liturgia, misma que es casera y, por ende, se permite un amplio espectro de elementos decorativos, como la inclusión de animales fantásticos e incluso la representación antropomorfa; una rara excepción dentro del aniconismo judaico.

Por todas estas razones, los artesanos dedicados a la manufactura de las Hagadot se relacionaron con sus homónimos cristianos que hacían biblias. Dibujantes, iluminadores, escribanos, doradores, encuadernadores y pergamineros trabajaron en conjunto. De acuerdo al estudio de Hagadás Barcelona, en ocasiones los menestrales de ambas religiones se juntaban e intercambiaban técnicas más novedosas para la extracción de colorantes y pigmentos, para la aplicación de la hoja de oro, o el tratamiento de la piel de animal para la manufactura de los pergaminos. Esta visión de gremios colaborativos abre una ventana a otra realidad presente en las ciudades más avanzadas como Barcelona, que si bien no eran de una tolerancia y aceptación religiosa perpetua, sí tenían momentos de trabajo relacionado.

La complicada extracción de los pigmentos era una tarea que ameritaba mucho esfuerzo y, por ende, toda ayuda era bien recibida. Esa es la razón por la cual el mismo oro, pergamino y tintas que se encuentran en las Hagadot de Pésaj, están presentes en los libros de oración de Semana Santa. Y así podemos hacer un paralelismo tecnológico entre Sidurim y misales o entre Meguilot y libros de horas. Al final, el intercambio tecnológico está presente al igual que el entrecruzamiento estético. En este tema podemos ahondar más. Resulta muy interesante entender cómo los mismos modelos figurativos eran utilizados entre dibujantes e iluminadores cristianos y judíos.

La escena dentro de la Hagadá en la que Moisés, su esposa Tzipora y sus hijos regresan a Egipto para liberar a su pueblo (Ex 4:20), está repetida para ilustrar un Nuevo Testamento que muestra a José, María y el niño Jesús huir de Belén a Egipto (Figura 1).

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Figura 1. Comparación estética y figurativa de la Huida a Egipto cristiana con la llegada de Moshé y su familia a Egipto, Hagadá Dorada. Tomada de Hagadás Barcelona: El esplendor judío del gótico catalán, p. 18.

La zarza ardiente es la misma en ambos documentos, sin embargo tiene un pequeño y consistente cambio, en la versión cristiana aparece la figura divina del Padre que habla con Moisés; en la versión judía es el ángel del Señor el que le habla a Moshé (Figura 2).

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Figura 2. Comparación estética y figurativa de Moisés ante la zarza ardiente, tomada de Hagadás Barcelona: El esplendor judío del gótico catalán, p. 18.

Una escena más, las lamentaciones de las mujeres hebreas durante el sacrificio de los primogénitos tienen una composición muy parecida a la que los artistas cristianos utilizaron en la representación de la Piedad, escena en la que María carga el cuerpo de Jesús después de la crucifixión (Figura 3).

Figura 3. Comparación estética y figurativa de la figura de la madre con su hijo muerto en dos escenas, una judía y la otra cristiana. Tomada de Hagadás Barcelona: El esplendor judío del gótico catalán, p. 19.

Los investigadores establecen que es muy difícil asegurar qué modelo fue el primero. La aparición de todos estos dibujos en decenas de Hagadot hace complicado el rastreo, mismo que nos revelaría algo que ya es evidente: el intercambio de modelos, estéticas y técnicas materiales entre dos comunidades gremiales encargadas de la elaboración de libros religiosos. Una realidad histórica que nos demuestra que las coincidencias y concordancias religiosas han estado más presentes de lo que podemos pensar el día de hoy.

Link para descargar en formato digital el catálogo de la exposición: https://www.barcelona.cat/museuhistoria/sites/default/files/hagada_cas.pdf


 

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