Enlace Judío – El creciente proceso inflacionario que se observa a nivel internacional tiende a crear inestabilidad y menor crecimiento económico, especialmente en los países en desarrollo y en los grupos de menores ingresos. La guerra que se libra en Ucrania ha escalado el alza de precios, sobre todo los de materias primas alimenticias y energéticas.

Los principales bancos centrales del mundo han elevado las tasas de interés para atenuar el avance de la inflación, empero, puede ser insuficiente de continuar la guerra y se observe un fenómeno de inflación con estancamiento de las economías. En este sentido, en México la situación es más compleja por la existencia de fenómenos monopólicos y oligopólicos en diferentes mercados y la influencia de grupos criminales cuya actuación causa distorsiones en los mismos.

Paralelamente, cambios regulatorios pueden ayudar a atenuar la inflación, referidos a la eliminación de aranceles y cuotas de importación de ciertos bienes que facilitan la entrada de los mismos a un menor precio, igualmente incrementar los impuestos a la exportación de determinados bienes para que se amplié su oferta en el mercado interno.

En el ámbito de la lucha contra la inflación existe la tentación de establecer controles de precios a bienes básicos consumidos masivamente por los estratos de menor ingreso. De hecho AMLO ya los considera para su instrumentación en el futuro próximo. La experiencia en México de los controles de precios es que causan distorsiones significativas en su oferta, escasez y un mercado negro de los productos controlados a mayores precios.

De acuerdo al Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) el índice de precios al consumidor registró un incremento de 7.7% en los últimos doce meses, la inflación más elevada en 21 años. México ha experimentado una inflación fuera del rango objetivo del Banco de México (Banxico), que es de 3%, más o menos 1%. La gobernadora de Banxico menciona que se volverá a ese rango hasta 2024. En este sentido, el Banco Mundial refuerza esta visión: los precios mundiales de la energía y los alimentos seguirán dos años más.

Es de destacar que en Estados Unidos, el principal socio comercial de México los precios al consumidor aumentaron 8.54% a tasa anual en marzo pasado, un alza anual no registrada desde hace cuatro décadas, lo que inducirá al aumento de las tasas de interés. Se considera que la Reserva Federal de EUA (FED) se inclinará por un aterrizaje suave de la economía vis a vis uno abrupto que llevará en el corto plazo a un freno de la economía.

En este entorno inflacionario se considera que a Banxico le convenga ajustar su tasa de referencia cuando la FED lo haga. La mayoría de los analistas piensan que, en promedio, la tasa de referencia en México podría llegar a fin de año a entre 8.25% y 8.50% para anclar la expectativa y alcanzar la estabilidad de precios en el mediano plazo.

 


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