Enlace Judío – Dado que gran parte del mundo aún carece de refuerzos de vacuna COVID-19, un nuevo estudio israelí de gran tamaño ha subrayado la urgencia de implementar una tercera dosis del biológico, informó The Times of Israel.

La investigación revisada por pares muestra que tanto la cantidad como la calidad de los anticuerpos se disparan después de una tercera dosis de la vacuna de Pfizer.

Si bien el estudio tiene una relevancia limitada en Israel y otros países occidentales donde se administraron las terceras dosis hace mucho tiempo, tiene una amplia importancia mundial.

En todo el mundo, solo se han administrado 24 refuerzos por cada 100 personas, con un número desproporcionado en los países ricos.

En África, solo se han administrado 1.6 refuerzos por cada 100 personas; en India, donde los refuerzos solo estuvieron disponibles el mes pasado, la cifra es 2; y en Rusia es 9.7, aunque en todos estos lugares hay mucha gente que se vacunó hace mucho tiempo.

El nuevo estudio, publicado en la revista Nature Immunology y basado en 12.413 empleados del hospital más grande de Israel, el Centro Médico Sheba, encontró que los niveles de IgG, uno de los principales tipos de anticuerpos, aumentaron 1.7 veces en promedio después de una tercera dosis en comparación con la aumento después de la segunda dosis. Los mayores aumentos se dieron entre los jóvenes y saludables.

También encontró que la fuerza, o avidez, de los anticuerpos fue significativamente mayor después del tercer disparo que después del segundo disparo.

El estudio también proporciona pruebas contundentes de que la suposición de los científicos de que los anticuerpos más altos protegen de la infección es correcta y, por lo tanto, medir los niveles de anticuerpos es una buena guía para evaluar los niveles de protección.

Mostró que las infecciones  después de la vacunación o la recuperación, eran más comunes entre las personas cuyos niveles de anticuerpos habían disminuido.

Los autores, dirigidos por la Dra. Gili Regev-Yochay, directora de la Unidad de Epidemiología de Enfermedades Infecciosas del Centro Médico Sheba, escribieron que “administrada al menos 5 meses después de la segunda dosis, [una tercera dosis] aumenta de manera segura la protección contra la infección por SARS-CoV-2 induciendo amplias respuestas humorales y celulares”. Las respuestas humorales son aquellas en los fluidos del cuerpo.

El estudio es importante, según el profesor Cyrille Cohen, inmunólogo de la Universidad de Bar Ilan que no participó en él.

“Aunque varios estudios documentaron la efectividad de una tercera dosis de vacuna de ARNm en comparación con dos dosis, este nuevo estudio en realidad proporciona datos directos y reales sobre los niveles de anticuerpos entre cientos de sujetos”, dijo a The Times of Israel.

“Este trabajo proporciona información mecanicista sobre cómo funcionan estas vacunas, mostrando, por ejemplo, que no solo aumenta la cantidad de anticuerpos después de una tercera dosis, sino que también aumenta su calidad o avidez, lo cual es importante y útil de entender cuando las autoridades sanitarias planifican su estrategias de vacunas”.

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