Enlace Judío.- La policía se preparaba para posibles disturbios el viernes antes del funeral a primera hora de la tarde de la periodista de Al Jazeera Shireen Abu Akleh, y se esperaba que decenas o incluso cientos de miles de dolientes asistieran a su funeral en Jerusalén con las tensiones ya altas, publicó The Times of Israel.
Abu Akleh, una reportera palestino-estadounidense que cubrió el conflicto de Oriente Medio durante más de 25 años, murió por disparos en la parte superior de su cuerpo el miércoles por la mañana mientras cubría los enfrentamientos entre tropas israelíes y palestinos armados durante una redada militar en la ciudad cisjordana de Jenin. La muerte provocó la condena internacional, aunque aún no está claro quién es el responsable.
El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, acusó a Israel de “ejecutarla” y rechazó los pedidos israelíes de una investigación conjunta para determinar la responsabilidad. Las autoridades israelíes han declarado que es demasiado pronto para determinar quién disparó la bala que la mató. Se citó al ministro de Defensa, Benny Gantz, diciendo a los periodistas extranjeros el miércoles por la noche que podrían haber sido “los palestinos que le dispararon” o fuego desde “nuestro lado”.
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La veterana reportera de Al Jazeera, una cristiana palestina nacida en Jerusalén Este, será enterrada junto a sus padres en un cementerio cerca de la Ciudad Vieja de Jerusalén después de un funeral en una iglesia de la ciudad.
La procesión partirá alrededor de las 2 p.m. desde el barrio de Beit Hanina de Jerusalén y finalmente culmine en el cementerio cristiano Monte Sión.
Se espera que cientos de miles de personas participen en el funeral de Abu Akleh, programado para pasar por la Puerta de Jaffa y el Barrio Cristiano de la Ciudad Vieja de Jerusalén.
Se espera que la policía se desplegue por Jerusalén en números reforzados mientras se prepara para hacer frente a estallidos violentos, con pasiones que agravaban las tensiones que llevaron a Israel al borde de la guerra hace unas semanas.
Un oficial de policía le dijo a la emisora pública Kan que se está haciendo todo lo posible para garantizar que el funeral se lleve a cabo sin interrupciones.
“El mundo entero nos está mirando a nosotros y a este evento”, dijo el funcionario. “El objetivo es evitar en la medida de lo posible cualquier fricción”.
También se ha expresado preocupación por posibles enfrentamientos en la cima del Monte del Templo, el lugar sagrado punto crítico de repetidos disturbios durante el último mes. El funeral tendrá lugar justo después de las oraciones del mediodía.
Según Quds News Network, Hamas ha pedido a sus seguidores que se atrincheren dentro de la Mezquita Al-Aqsa en lo alto del monte y eviten que entren las fuerzas israelíes.
Una incursión israelí en la mezquita el mes pasado, después de que los alborotadores se atrincheraran en el interior, provocó fuertes condenas del mundo árabe y musulmán y amenazas de los palestinos de que las acciones podrían provocar disturbios más amplios.
El ataúd de Abu Akleh fue llevado a Jerusalén desde Ramallah el jueves, luego de lo que se describió como un homenaje de estado completo en el complejo de Ramallah de Abbas, con funcionarios, diplomáticos extranjeros y una larga fila de dolientes presentes.
“Este crimen no debe quedar impune”, dijo Abbas durante el memorial, y agregó que la Autoridad Palestina responsabilizaba por completo a Israel de su muerte.
“No pueden ocultar la verdad con este crimen”, dijo mientras su cuerpo yacía con una bandera palestina sobre él. “Ellos son los que cometieron el crimen, y como no confiamos en ellos, iremos inmediatamente a la Corte Penal Internacional”.
El Jefe de Estado Mayor de las FDI, Aviv Kohavi, dijo que “los palestinos realizaron disparos generalizados contra nuestras fuerzas, fuego salvaje e indiscriminado en todas las direcciones” durante la operación del miércoles temprano en Jenin. “La periodista estaba presente dentro del área de los enfrentamientos. En este escenario, no es posible determinar de quién fueron los disparos que la alcanzaron y lamentamos su muerte”, dijo Kohavi el miércoles por la tarde, iniciando una investigación.
El ataúd de Abu Akleh comenzó su viaje desde Ramallah a Jerusalén al ritmo de los tambores de una banda de música, mientras la multitud coreaba consignas exigiendo el fin de la cooperación de seguridad palestina con Israel.
Miles se alinearon en la ruta mientras su ataúd recorría la ciudad de Cisjordania, donde se cambiará el nombre de una calle en su honor.
Muchos portaban flores, coronas y fotografías de la periodista, que fue ampliamente elogiada por su valentía y profesionalismo a través de su cobertura del conflicto.
“Su voz llegó a todos los hogares, y su pérdida es una herida en nuestros corazones”, dijo Hadil Hamdan, doliente.
Cuando su ataúd llegó al cruce de Qalandia entre Ramallah y Jerusalén, estallaron enfrentamientos entre las tropas palestinas e israelíes, informaron las noticias del Canal 13. No se reportaron heridos ni arrestos. En imágenes difundidas por Al Jazeera, se podía ver a algunos palestinos enmascarados levantando armas de asalto y disparando al aire.
La muerte de Abu Akleh se produjo durante una redada en Jenin, lugar en el que Israel intenta reprimir el terrorismo que emana de Cisjordania.
Al menos 18 personas han muerto en ataques palestinos en las últimas semanas, así como más de 30 palestinos, la mayoría de ellos involucrados en ataques o enfrentamientos con las fuerzas israelíes. La muerte de una mujer desarmada y al menos dos transeúntes aparentes alimentó las críticas de que Israel usa fuerza excesiva.
Una autopsia inicial del cuerpo de Abu Akleh realizada por médicos forenses palestinos encontró que “no era posible” saber si murió por disparos israelíes o palestinos.
El primer ministro Naftali Bennett dijo el jueves que la Autoridad Palestina estaba obstaculizando los esfuerzos para investigar el incidente.
“Espero una cooperación plena, abierta y transparente”, dijo, y agregó: “También espero que la Autoridad Palestina no tome ninguna medida destinada a obstruir la investigación o comprometer su debido proceso de una manera que nos impida llegar a la verdad”.
Al Jazeera, cuya sede está en Catar, acusó a Israel de matarla deliberadamente y prometió emprender acciones legales. Los reporteros que estaban con ella dijeron que no había terroristas palestinos en el área.
Cuando se le preguntó sobre la investigación y la oferta de Israel para que los palestinos participen, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo el jueves que los funcionarios estadounidenses “están listos para ayudar a cualquiera de las partes en cualquier forma que podamos”.
“Ninguna de las partes ha pedido nuestra ayuda en este momento y tal solicitud sería necesaria para que podamos hacerlo”, dijo.
El embajador de Israel en Estados Unidos, Michael Herzog, dijo el jueves que había sugerido a Estados Unidos que se uniera a la investigación.
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