Enlace Judío / Efraim Palvanov – Gamliel Jamil Cohen (1922-2002) nació en Damasco en el seno de una familia religiosa sirio-judía y creció en el barrio judío de la ciudad. Anhelando vivir en Tierra Santa e inspirado por la visión sionista, dejó Damasco a los 21 años y se fue literalmente a pie a Israel. Se unió a un kibbutz creado por inmigrantes ashkenazim. A pesar de ser el raro que tenía la piel más oscura y no hablaba idish, Cohen se enamoró rápidamente del sentimiento de unidad y hermandad, así como de la importante labor pionera de desarrollar la patria ancestral judía. Su singularidad llamó la atención del Palmaj, la unidad de comandos de la fuerza de defensa anterior a las FDI, la Haganá. El Palmaj, pretendía lanzar una unidad de inteligencia y espionaje que pudiera infiltrarse en los gobiernos árabes; buscaba judíos árabes con talento y dedicación.

En 1944, Cohen se convirtió en su primer recluta. Junto con el judío iraquí Shimon Somech, crearon la primera unidad de Mista’arvim (recientemente popularizada por el programa Fauda). El término proviene del nombre de las antiguas comunidades judías mizrajíes que vivían en tierras árabes y que eran distintas y anteriores a los judíos sefardíes que se unieron a ellos tras la expulsión española de 1492. Tras varios años de formación, Cohen se trasladó a Beirut en 1948 y creó el primer puesto de inteligencia oficial de Israel, viviendo de forma encubierta como Yussef el-Hamed, propietario de una tienda textil. En ese momento, su operación fue supervisada por el recién creado Mossad.

El trabajo pionero de Cohen y sus innovaciones en materia de espionaje allanaron el camino para espías posteriores más famosos, como Shula Cohen y Eli Cohen. En 1954, Cohen se casó con una judía siria que también trabajaba para el Mossad. Juntos se trasladaron a París encubiertos como periodistas árabes. Cohen consiguió ser contratado por la Embajada de Siria en París, desde donde envió información crítica al gobierno israelí.

En 1958, los Cohen se trasladaron a Viena para continuar su trabajo como “periodistas”. Además de infiltrarse en las embajadas de los estados árabes, también encontraron información sobre grupos neonazis y expusieron a criminales de guerra en la clandestinidad. Cohen se retiró del servicio activo en 1964 y pasó a formar a la siguiente generación de espías israelíes. En sus últimos años, escribió el libro Undercover: The Untold Story of the Palmach’s Clandestine Arab Unit (Encubierto: La historia no contada de la unidad clandestina del Palmaj). Casi todo el trabajo de Cohen sigue siendo clasificado. Se le ha llamado el “padre del espionaje israelí”.

Fuente: Jew of the week