Enlace Judío.- Los funcionarios israelíes se enfurecieron el jueves por una filtración a The New York Times sobre el asesinato de un alto miembro del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán, y un poderoso comité de la Knéset advirtió que tales filtraciones podrían dañar la cooperación entre Estados Unidos e Israel, publicó The Times of Israel.
“Principalmente daña la confianza”, dijo el diputado Ram Ben Barak, quien encabeza el Comité de Asuntos Exteriores y Defensa, durante una entrevista el jueves por la mañana en la estación de radio 103FM de Israel.
“Tenemos muchas relaciones cercanas y mucha cooperación entre nosotros, todo lo cual depende de la confianza, y cuando se viola de alguna manera, se daña la cooperación futura”, agregó. “Espero que los estadounidenses investiguen la fuga y averigüen de dónde vino y por qué ocurrió”.
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Ben-Barak también dijo que esperaba que la filtración fuera un evento único y no una política estadounidense.
“Por cierto, esta no es la primera vez: la historia del bombardeo del reactor nuclear sirio se filtró a un periodista estadounidense”, dijo. En septiembre de 2007, aviones israelíes bombardearon el reactor de Al Kibar en Siria, un presunto sitio nuclear. El mes siguiente, The New York Times publicó una serie de artículos basados en información atribuida a fuentes anónimas de inteligencia estadounidense.
Ben Barak, ex subjefe de la agencia de espionaje Mossad, negó el informe de que funcionarios israelíes dijeran a sus homólogos estadounidenses que eran responsables del asesinato del coronel iraní, Hassan Sayyad Khodayari.
“Hasta donde yo sé, no informamos a nadie ni asumimos la responsabilidad, y eso es lo mejor”, dijo.
Un oficial de inteligencia anónimo le dijo al Times el miércoles que funcionarios israelíes habían transmitido información sobre el asesinato de Khodayari, quien fue eliminado a tiros frente a su casa en Teherán el domingo.
El informe no especificó a qué país representaba el funcionario de inteligencia, pero según Ynet, el establecimiento de seguridad israelí cree que la fuente era estadounidense y estaba furioso por la filtración. Funcionarios israelíes le dijeron al sitio de noticias en hebreo que estaban exigiendo respuestas de sus homólogos estadounidenses, ya que el informe del Times atribuye la responsabilidad del asesinato únicamente a Israel y absuelve a EE. UU. de haber jugado algún papel. Los funcionarios expresaron su preocupación de que el informe podría conducir a un aumento en los ataques iraníes contra objetivos israelíes.
Según el informe del miércoles del Times, los funcionarios israelíes afirmaron que Khodayari era el jefe adjunto de la llamada Unidad 840, una división oscura dentro de la Fuerza Quds expedicionaria del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria iraní que lleva a cabo secuestros y asesinatos de personalidades fuera de Irán, incluso contra israelíes. Khodayari estaba específicamente a cargo de las operaciones de Oriente Medio de la Unidad 840, pero había estado involucrado en intentos de ataques terroristas contra civiles israelíes, europeos y estadounidenses y funcionarios gubernamentales en Colombia, Kenia, Etiopía, los Emiratos Árabes Unidos y Chipre solo en los últimos dos años.
Su asesinato tenía como objetivo advertir a Irán que el grupo debería detener sus actividades, dijo el funcionario de inteligencia citado en el informe.
Irán nunca ha reconocido públicamente la existencia de la Unidad 840 y sostiene que Khodayari desempeñó un papel completamente diferente en el IRGC (Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, por sus siglas en inglés) después de unirse cuando era adolescente, alistarse voluntariamente durante la Guerra Irán-Irak y luego luchar contra el Estado Islámico en Siria en nombre de la Fuerza Quds.
Dos personas afiliadas al IRGC le dijeron al Times que Khodaei desempeñó un papel clave en el transporte de drones y tecnología de misiles a las milicias respaldadas por Irán en Siria y a los combatientes de Hezbolá en el Líbano. También se desempeñó como asesor táctico de las milicias con base en Siria.
Sin embargo, señalaron que Khodayari no era muy conocido fuera de los círculos de seguridad iraníes y no tenía un destacamento de seguridad, lo que sería típico de un alto oficial militar.
Por otro lado, los miembros senior de la Fuerza Quds suelen usar un alias en los países en los que operan, y Khodayari se hizo llamar “Coronel Shekar“, dijo un canal de Telegram afiliado a la unidad IRGC, usando la palabra persa para cazador.
El comandante de la Fuerza Quds, Esmail Ghaani, asistió a su funeral el martes, otro posible indicador de la importancia de Khodayari.
El plan para atacar a Khodayari puede remontarse al menos a julio de 2021, y los funcionarios militares y de inteligencia israelíes le dijeron al Times que fue entonces cuando el Mossad secuestró a un iraní llamado Mansour Rasouli, a quien el IRGC había reclutado como asesino a sueldo.
Los agentes del Mossad intentaron extraer información de Rasouli sobre la cadena de mando en la Unidad 840, según los funcionarios israelíes.
Luego, Israel filtró la historia del secuestro a Iran International, un canal de noticias en idioma persa con sede en Londres, financiado por Arabia Saudita, en un esfuerzo por resaltar su capacidad para penetrar en los círculos de seguridad iraníes y asustar a Teherán para que detuviera las operaciones de la Unidad 840, los funcionarios dijeron al Times.
Rasouli negó la información en un video publicado en las redes sociales y la BBC y afirmó que sus atacantes lo torturaron, amenazaron con matarlo a él y a su familia y lo obligaron a confesar que recibió dinero del IRGC para llevar a cabo asesinatos en Europa.
Los medios estatales iraníes calificaron el informe sobre el secuestro de Rasouli como un “relato ficticio” en ese momento, pero el lunes anunciaron que las autoridades habían arrestado a varios sospechosos acusados de espiar para Israel y secuestrar y obtener confesiones forzadas de iraníes.
Khodayari recibió cinco disparos en su automóvil por parte de dos hombres armados no identificados en motocicletas en el centro de Teherán el domingo.
Las autoridades iraníes aún tienen que precisar a los sospechosos, a pesar de que el incidente tuvo lugar en el corazón de una de las zonas más seguras de Teherán: la calle Mohahedin-e Eslam, hogar de otros altos funcionarios del IRGC y su élite Fuerza Quds.
Israel, que no ha hecho comentarios oficiales sobre el incidente, habría elevado el nivel de alerta de seguridad en sus embajadas y consulados de todo el mundo por temor a un ataque iraní en represalia.
El asesinato de Khodayari fue el asesinato de más alto perfil dentro de Irán desde el asesinato en noviembre de 2020 del principal científico nuclear Mohsen Fakhrizadeh.
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