Enlace Judío México – El sábado en la noche empieza Shavuot, es una festividad que es muy bella, pero a la vez un poco críptica. A diferencia de otras festividades la Torá no es explícita con lo que nos pide realizar en ella. Es necesario poner mucha atención a las descripciones, las fechas y las mitzvot escritas en el texto para poder saber qué se pide de nosotros y por qué es una fecha de festejo. Por ejemplo, por las cuentas que hacen los sabios del Talmud sabemos que Shavuot fue el día en que ocurrió la Revelación en el Sinaí (la primer entrega de la Torá al pueblo judío), sin embargo, en sí lo que se recuerda dentro del texto bíblico es la cuenta del Ómer (Shavuot quiere decir semanas, y alude a las semanas que contamos) y el festival de la cosecha, a raíz del cual se podía volver a comer trigo en el año. No nos habla ni del Sinaí, ni de la Torá, pero nos pide que celebremos este día reunidos con alegría y realicemos hasta este punto la cuenta y la única explicación lógica a ello es que también celebramos el recibimiento de la Torá, pues la cuenta entera era para presentarse frente a D-os en el Sinaí ese día.

La festividad es un “jag” y un “yom tov”, es decir un día sagrado, y un día de festejo. Hacemos en el lo mismo que todos los yomtovim, es decir, hacemos kidush, musaf y comidas festivas; también nos abstenemos de los 39 trabajos prohibidos en días sagrados y se lee el libro de Ruth durante los rezos. Además existen ciertas tradiciones que distinguen a este día: acostumbramos hacer comidas con leche para recordar la dulzura de la Torá, y existe la tradición de estudiar Torá toda la noche como una forma de agradecer su entrega. Finalmente son formas que tenemos de crecer y relacionarnos con la Torá y D-os. Las siguientes reflexiones son experiencias y aprendizajes que Shavuot nos trasmite año con año, son algunas de los elementos que más me gustan de la festividad.

La importancia de la búsqueda

Uno de los mensajes que Shavuot trasmite implícitamente es que la espiritualidad, el contacto con la Torá y la relación con D-os son elementos en la vida que requieren de una búsqueda y exploración interna por parte de quien intenta crear esa forma de relación. No se encuentran de forma explicita en nuestro mundo; existen, pero deben ser cultivados desde la individualidad, requieren de un trabajo, de un esfuerzo y de ser capaz de ver más allá de lo aparente. El hecho de que la Revelación en el Sinaí no sea mencionada explícitamente y sólo mencione la cuenta de las semanas es una forma de mostrar que el trabajo espiritual requiere de una búsqueda.

El énfasis que se hace sobre la individualidad y el trabajo personal

Otra de las razones por las que se le llama a Shavuot de esa forma es porque se alude a la cuenta del Ómer (Shavuot en hebreo quiere decir semanas); se le da más peso en la doctrina y la liturgia al proceso de superación personal que se lleva a cabo durante la cuenta que a la entrega de la Torá misma. Al hablar de esto los rabinos nos dicen que en sí no necesariamente se nos pide celebrar la entrega de la Torá sino el crecimiento que tuvimos en dichas semanas; pues sentir alegría por haber recibido la Torá es el resultado del trabajo personal y no necesariamente implica un hecho de felicidad para todos los judíos; hay quienes se sienten limitados por ella.

El refinamiento del pensamiento

Tanto la espiritualidad como el conocimiento requieren de mucho trabajo ya sea que deseemos cambiar ciertas cualidades de nuestro carácter o adquirir mayor conocimiento del mundo que nos rodea se requiere que refinemos nuestro comportamiento o nuestro pensamiento. Se necesita mucho trabajo para hacer propia la Torá, para desarrollar una perspectiva del mundo que corresponda a nosotros, que sea coherente y que tenga profundidad; así como se requiere de un enorme trabajo para llegar a las verdades (y traducirlas a nuestro entorno) que la Torá plantea a través de su tradición y del texto. En Shavuot se da gran énfasis al estudio de Torá y el refinamiento del pensamiento; en este día celebramos estudiando y se nos recuerda el sacrificio de los dos panes que se ofrecía en el Templo; la harina del trigo con la que se cocinaban precisamente representan el trabajo y la dedicación que la espiritualidad requieren.

Los mandamientos como principios

Otra de los aspectos interesantes de Shavuot es que año con año nos obliga a recordar el momento de la Revelación de los Diez Mandamientos y por ende nos ayuda a recordarlos. De entre las clases que se ofrecen en el marco de la celebración, la gran mayoría de las veces hay más de tres que hablan sobre ellos; sobre su estructura, sobre cómo fueron revelados o por qué son tan importantes.

Una de las cosas que se mencionan es que concentran la base de los preceptos que ordena la Torá, como si en los Diez Mandamientos estuviera resumido lo que D-os pide de nosotros. Se habla mucho de su estructura y se señala que cinco de los mandamientos se refieren a nuestra relación con D-os y cinco a nuestra relación con el prójimo, a través de los mismos se expresan los mandatos más básicos de las distintas áreas que nos conforman, por ejemplo no matar, no robar, no hacer un falso testimonio, no cometer adulterio, no envidiar, el Shabat y la unicidad de D-os.

Lo atractivo de esto es que los Diez Mandamientos son una base a la cual podemos regresar constantemente, son prácticas muy sólidas que sintetizan la postura judía sobre D-os y el hombre. Es bello recordarlas cada año; son algo muy tangible a lo cual uno se puede asir.

Lo material y lo espiritual

Otra parte padre de Shavuot es que se hace mucho énfasis en que la Torá fue dada a seres con cuerpo, varios midrashim hablan de la envidia que los ángeles sintieron por el pueblo de Israel al recibir la Torá y la forma en que Moisés los defendió apelando a la corporalidad de las mitzvot. En Shavuot también se recuerdan dos sacrificios que se realizaban en el Templo, uno se hacía al inicio del Ómer y era de cebada otro en Shavuot y consistía en dos panes. El primero, el de la cebada representa al cuerpo, la parte material del ser humano y el del trigo la parte la parte más espiritual e intelectual del ser humano. Hacer alusión a ellos en el día que festejamos la Torá nos recuerda que al fin y al cabo las mitzvot son acciones que realizamos con nuestro cuerpo y que la Torá entera por más que trabaja conceptos abstractos se actualiza en una existencia clara; la cual somos nosotros y cómo nos comportamos.