Enlace Judío México e Israel – La leucemia es un grupo de cánceres de la sangre que generalmente comienzan en la médula ósea debido a la falta de células sanguíneas normales y crean una gran cantidad de células sanguíneas anormales. Los síntomas pueden incluir sangrado y hematomas, dolor de huesos, fatiga, fiebre y un mayor riesgo de infecciones.

Si bien se desconoce su causa exacta, se cree que una combinación de factores genéticos y ambientales, incluidos el tabaquismo, la radiación ionizante, la exposición a algunos químicos como el benceno, haber recibido quimioterapia y el síndrome de Down, juegan un papel importante. Aunque es el tipo de cáncer más común en niños, más del 90% de todas las leucemias se diagnostican en adultos.

¿No sería maravilloso si, de alguna manera, las células leucémicas altamente proliferativas que crecen y se multiplican rápidamente pudieran revertirse a células normales que ya no se multiplican?

Una nueva investigación dirigida por científicos de Barcelona, España, con una participación significativa del Departamento de Genética Humana y Bioquímica de la Facultad de Medicina Sackler de la Universidad de Tel Aviv: Prof. Gideon Rehavi, Nitzan Kol, Chen Avrahami y Sharon Moshitch-Moshkovitz, han logrado para hacer esto.

Acaban de publicar sus hallazgos en la revista de alto impacto Leukemia bajo el título “Remodelación del panorama del ARN m6A en la conversión de células de leucemia linfoblástica aguda en macrófagos”.

El artículo describe cómo las células de leucemia se convierten en células normales que ya no se multiplican al cambiar las modificaciones químicas, la llamada epigenética, de un tipo de su material genético llamado ARN mensajero. Entre los participantes españoles se encontraba Alberto Bueno-Costa, investigador del grupo del Dr. Manel Esteller, que dirige el Instituto de Investigación contra la Leucemia Josep Carreras de la Universidad de Barcelona.

En el cáncer, las células sanas se transforman en malignas con características muy diferentes, como la capacidad de dividirse de forma descontrolada. En las últimas décadas, muchas investigaciones han puesto al descubierto diversas alteraciones moleculares responsables de esta conversión de tejido sano a tumoral. Pero hasta ahora, los científicos sabían muy poco sobre el proceso opuesto: revertir una célula cancerosa, convertirla en una fisiológica, no cancerosa, y qué factores podrían mediar en este proceso.

cáncer

“Sabemos que una de las estrategias que tienen los tumores humanos para esquivar la eficacia de los fármacos es cambiar su apariencia, convirtiéndose en otro cáncer similar pero insensible al fármaco utilizado. Por ejemplo, las leucemias de linaje linfoide se cambian a la cepa mieloide para escapar del tratamiento”, afirmó el equipo.

Con esta idea en mente, querían saber más sobre las vías moleculares implicadas en esta transformación celular. Estudiaron un modelo in vitro (experimento realizado fuera de un organismo vivo, generalmente en un tubo de ensayo o una placa de Petri) en el que las células de leucemia pueden verse obligadas a convertirse en un tipo de células inmunitarias inofensivas llamadas macrófagos.

Los resultados experimentales mostraron que la inversión de las células malignas en macrófagos implicó una tremenda revisión en los cambios químicos que ocurren en su ARN mensajero, los transportadores que ayudan a formar las proteínas. Los cambios afectaron especialmente a la distribución de una marca epigenética denominada adenina metilada. Este cambio en el ángulo formado entre dos enlaces químicos adyacentes de estas moléculas provoca la inestabilidad de las proteínas que definen la leucemia, al tiempo que favorece la aparición de micrófagos, proteínas características de las células normales que están naciendo.

Aunque esta línea de investigación aún no se ha probado en pacientes, el equipo dijo que parece bastante prometedora y que vale la pena explorar más a fondo como un nuevo enfoque en la lucha contra la leucemia. Cuantas más estrategias se desarrollen para combatir la leucemia, más esperanza habrá para el medio millón de pacientes en todo el mundo a los que se les diagnostican anualmente neoplasias malignas de la sangre. Quizás convertir las células de leucemia en tipos inofensivos eventualmente sea parte del arsenal de oncólogos y hematólogos contra el cáncer.

Esteller ha subrayado que “los primeros fármacos preclínicos contra esta diana ya se han desarrollado en modelos experimentales de enfermedades malignas de la sangre, por lo que aportamos otra razón por la que estos novedosos fármacos podrían ser útiles en terapias contra el cáncer, especialmente en el caso de leucemias y linfomas.”


 

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