Después de 35 años Tom Cruise vuelve a interpretar a ese personaje que, en la década de los 80, se puso sus lentes de aviador y conquistó al público, esta vez para llevar a la pantalla grande la película Top Gun parte dos.

La historia es bastante previsible, ya que, por supuesto, estamos ante una película de acción estadounidense, así que desde antes de que la película inicia ya sabemos quién será el héroe de la trama.
Se trata de un grupo de élite de aviadores expertos en hacer impresionantes acrobacias de vuelo, pero que esta vez son encomendados a una misión especial, y para ello, tienen al mejor instructor: un impecable aviador con 30 años de experiencia: Maverick.
Sin embargo, más allá de aviadores atractivos, conquistas hermosas y entrañables amistades está lo más trascendental de la película: Depósitos de uranio en manos de gobiernos poco fiables, depósitos de uranio que son una amenaza para el mundo entero.
Y es que el uranio o plutonio son los principales componentes de armas de destrucción masiva, y es que para entenderlo en su justa proporción, hay que entender que una guerra nuclear podría significar el final de la humanidad entera, si bien no por la explosión al momento del impacto, sí por la biosfera dañada que no se regenera más; debido a lo abrupto y repentino de los cambios ambientales.

Los países que cuentan con armamento nuclear son Rusia, China, Francia, Reino Unido, India, India, Estados Unidos, Pakistán, Corea del Norte y aunque nunca lo ha aceptado abiertamente: Israel.

A la OTAN le preocupa que países como Pakistán o Corea del Norte tengan armamento de tanto alcance, pues sus gobiernos opresores y dictatoriales no son un buen preámbulo.

Por otra parte, el gobierno de Israel ha insistido a la comunidad internacional una y otra vez que Irán está cerca de poseer armamento nuclear, el tema no ha recibido la atención que merece y tal vez en un futuro cercano, Irán se sume a la lista de los países con dicha capacidad.
La película Top Gun provoca un rato de un buen entretenimiento, pero el enriquecimiento de uranio no es un juego, el que un país de ideas extremistas tenga tanto poder de destrucción es una amenaza mundial.

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