Enlace Judío- Perla Hazan, quien fuera Directora del Departamento para Latinoamérica en Yad Vashem, fue el pilar de lo que hoy es su filial en México, a quien, de acuerdo con Nina Medrez, tomó a la asociación como su “bebé”, tanto que cuando se fue, sintieron estar como en una orfandad.
“Cuando manda la carta de que termina su mandato en Yad Vashem, le envío una carta a la nueva mesa diciendo que la verdad nos sentimos como en una orfandad, porque no conocemos a la gente nueva. Obviamente le deseamos lo mejor, pero sabíamos que cualquier tema a solucionar le llamábamos a Perla. Para ella no había horario. Estaba muy involucrada con Yad Vashem México, era como su babé, y por eso lo cuidaba”, dijo Nina Medrez, directora de dicha institución.
Medrez contó en entrevista para Enlace Judío que ella conoció a Perla Hazan, antes de volverse directora de Yad Vashem México, y esto marcó su vida ya que fue una gran influencia al momento de tomar el papel como directora de la asociación.
“Yo pensé que había terminado con mi deuda moral con respecto al tema de la Shoá, porque di clases por muchos años”, dijo Medrez. Pero un día, “fui a la marcha de la vida y sentí que mi participación en esta era muy importante… Pasan los años, y por azares del destino me invitan a una reunión de líderes en Yad Vashem y ahí conocí a Perla Hazan”.
Y agregó: “(Lo que vi en ella) fue su dedicación, su compromiso, su entusiasmo, su ideal de que no hay nada que no se pudiera. Si teníamos una meta, se tenía que cumplir”, recordó. “Es una dinamita. Yo me preguntaba de dónde sacaba tanta energía para que de noche y de día trabajara para cumplir su cometido. Además de contagiar este entusiasmo a toda la gente que estaba con ella”.
El nacimiento de Yad Vashem México
Yad Vashem México se funda cuando Perla Hazan llega a México hace 20 años, “con una maleta llena de ilusiones, sin concer a nadie, empieza a tocar puerta con puerta, y a picar piedra. Así fue como llegó a conseguir los logros que ya sabemos ha tenido”, explicó.
De acuerdo con Medrez, Perla tenía muchas virtudes que la ayudaron en México. Una de ellas fue la forma en que se adaptó a México, ya que que “generalmente cuando alguien llega de otro país, lo hace con otra mentalidad. Porque cada quien viene de su propio ambiente y realidad”, indicó Medrez.
“(Pero) ella tuvo esta virtud de saber nivelar ‘el allá y el acá’. Somos una comunidad muy sionista, muy judía. Creo que somos nosotros los mejores anfitriones, pero a la vez (estamos) cegados por su propia protección”, arguyó. “A Perla se le abrieron las puertas por su forma de ser, empatíah y tener la paciencia de escuchar.
“Recuerdo que en una de las veces que vino, le comenté que tenía una amiga que su mamá era sobreviviente, y que a lo mejor tenía interés de hablar con ella. Algo habría de lograr”, recordó. “Se hace la cita, la entrevista y le marco al día siguiente para ver cómo le fue. Me dijo: ‘no sé, porque me contó su historia su mamá y acabamos llorando las dos. No hablamos de otra cosa’. Esa es Perla. No siempre estuvimos de acuerdo, pero sí teníamos uno al que estábamos de acuerdo: el del compromiso”.
Una emotiva despedida
Actualmente, uno de los proyectos más importantes que ha hecho la asociación es “Adopta una escuela”, en el cual, en alguna fecha cercana al Día Mundial del Holocausto, se visita una escuela no judía a conscientizar sobre la Shoá a estudiantes de preparatoria.
Medrez recalcó que el realizar estas actividades es uno de los legados de Perla Hazan, ya que no solo buscan llevar el recuerdo y la historia a los alumnos, sino la consciencia y el compromiso. “Y todo eso se lo aprendimos a Perla”, dijo la directora de Yad Vashem México.
El día de su despedida fue en el complejo de Yad Vashem, algo que Nina Medrez calificó como algo emotivo, debido a que mucha gente asistió y dieron palabras en su nombre.
“Una vez le dije: ‘si tienes duda de lo que hiciste, nada más mira a tu alrededor, en las paredes está todo plasmado’”, expresó Medrez. “Ella terminó su trabajo, muy loable, después de 22 años, pero Yad Vashem México no termina. Tiene un centro de estudio del Holocausto y este va a llevar su nombre: ‘Perla Hazan’“.
Asimismo, resaltó el cariño que Perla Hazan ha tenido a la comunidad de México, y viceversa. Pero, especialmente ella, dejó una huella en el país, algo que no ha sucedido con otras personalidades.
“Yo lo dije en su ceremonia (de despedida): México ha recibido a muchas personalidades de Israel, etc. Pero yo no creo que alguien haya dejado una huella aquí con todo y nombre (como Perla); “, concluyó Medrez. “En el caso de Perla Hazan, uno dice su nombre y todo el mundo sabe quién es. Y su labor ha sido muy reconocida y la gente le tiene aprecio y cariño“.
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