Enlace Judío – El Ministerio de Salud Israel anunció este domingo que se detectaron tres casos de la subvariante BA.2.75 de Ómicron en personas que regresaron recientemente de la India y Francia, informó The Jerusalem Post.

La subvariante BA.2.75, conocida como “Centauro” se encontró por primera vez en la India a principios de junio. Desde entonces, se ha detectado en Australia, Canadá, Japón, Alemania, Nueva Zelanda, Reino Unido, Estados Unidos, Singapur, Corea del Sur, Dinamarca, Francia, Indonesia, Nepal, Países Bajos y ahora en Israel.

En cuestión de semanas, la subvariante se ha detectado en más de 220 secuencias de todo el mundo.

Los científicos están observando de cerca la BA.2.75 debido al número de mutaciones y su rápida propagación por una amplia zona geográfica.

A principios de este mes, el Dr. Shay Fleishon, del Laboratorio Central de Virología del Centro Médico de Sheba, en Tel Hashomer, calificó la nueva subvariante de “alarmante”.

Explicó en un hilo de Twitter que en los últimos meses se ha observado una tendencia de subvariantes de Ómicron con mutaciones en la sección S1 de la proteína de la espiga que el virus utiliza para conectarse y penetrar en las células, a un nivel que no se había visto en las variantes de segunda generación.

Sin embargo, hasta ahora estas variantes solo se habían encontrado en pocos casos de una región. Esta es la primera vez que una subvariante de Ómicron se extiende a múltiples regiones.

Un nuevo estudio de investigadores de Japón descubrió que mientras los anticuerpos monoclonales y los cócteles de anticuerpos adintrevimab, bamlanivimab, casirivimab, etesevimab, imdevimab, regdanvimab, sotrovimab y tixagevimab fueron ineficaces contra BA.2 BA.4 y BA.5, regdanvimab, sotrovimab y tixagevimab fueron eficaces contra BA.2.75, lo que sugiere que estos tres últimos pueden utilizarse para tratar la nueva subvariante.

Yevgeny Timakov, especialista ruso en enfermedades infecciosas y vacunas, declaró a la agencia de noticias rusa TASS que la subvariante BA.2.75 es al menos un 16% más contagiosa que sus predecesoras, pero sus síntomas son mucho más leves.

“Se trata de la siguiente generación de mutaciones de Ómicron silenciosas. Ninguna de estas infecciones son una amenaza grave, pero cada vez son más transmisibles. BA.2.75 es más contagiosa, al menos en un 16%”, dijo.

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