Enlace Judío – El primer ministro israelí Yair Lapid, en un discurso con miras a las elecciones del 1 de noviembre, hizo un llamado por “un Yesh Atid fuerte” como “lo único” que puede generar un gobierno estable “sin extremistas”, informó The Times of Israel.

“Estas elecciones nos han sido impuestas, pero podrían ser una oportunidad única para salir del atolladero. Establecer un gobierno nacional amplio y estable, sin extremistas. Solo una cosa permitirá que esto suceda: un Yesh Atid grande y fuerte que estabilizará el barco israelí”, dijo el primer ministro en declaraciones previas a la reunión de la facción de Tel Aviv de su partido.

Si bien no especificó quiénes son los “extremistas”, Lapid señaló previamente con el dedo al partido de extrema derecha Hatzionut Hadatit y a la Lista Conjunta. Acusó a ambos partidos de oposición en abril de haber formado una “alianza peligrosa y profana”.

“La decisión que se presenta ante los ciudadanos de Israel no es entre Netanyahu y yo”, dijo Lapid. “La elección es entre el futuro y el pasado. La elección es entre aquellos que piensan solo en su propio bien y aquellos que piensan en el bien del Estado”.

Netanyahu ha antagonizado a Lapid, creando una narrativa electoral de que los votantes deben elegir entre su bloque religioso de derecha, una opción “nacionalista” o la de Lapid.

En el último escenario, Netanyahu ha argumentado que Lapid solo puede formar un gobierno que incluya o dependa de los partidos políticos árabes.

Lapid llamó el mes pasado a Netanyahu y al aliado político de ultraderecha Itamar Ben Gvir de la facción Otzma Yehudit de Hatzionut Hadatit como “las fuerzas de la oscuridad”.

Además de estos temas, Lapid también dijo el miércoles que entre los mayores desafíos que enfrenta Israel en este momento se encuentran la “corrupción” y que la democracia israelí está “en peligro existencial”.

Netanyahu está actualmente en juicio por tres casos de corrupción separados, y varios miembros de su partido han sido investigados o están bajo acusación penal.

Su partido ha criticado lo que llama una fuerza policial y un servicio de fiscalía parcializados, fiscales generales débiles y un trato discriminatorio de la Corte Suprema, este último que busca reformar.

Al mismo tiempo, Lapid habló de la necesidad de unificarse a nivel nacional frente a los desafíos, incluida la continua pandemia mundial, la guerra en Ucrania y el costo de vida. La unidad ha sido un tema de Lapid desde que él y Bennett anunciaron su intención de cerrar su gobierno en junio.

“En tiempos difíciles, los israelíes siempre supieron dejar de lado sus disputas y trabajar juntos. Esto es lo que tenemos que hacer ahora”, dijo Lapid.

“Podemos dejar la política atrás y ponernos a trabajar. Seriamente, responsablemente, en beneficio de los ciudadanos de Israel”, dijo el primer ministro, y agregó que: “El Estado de Israel no tiene tiempo para más disputas, tenemos demasiado trabajo que hacer”.

Lapid dijo anteriormente que se esforzaría por gobernar el país como si no se avecinaran elecciones en el otoño, y dijo que la creación de “planes de trabajo” para abordar el costo de vida, el empleo de alta tecnología, el cambio climático y los acuerdos comerciales estaba en su agenda.

El partido Yesh Atid del primer ministro no celebra elecciones primarias y aún tiene que anunciar su lista para las elecciones de noviembre.

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