Enlace Judío – La presencia de ciertas bacterias en la saliva podría ayudar a determinar si un soldado activo o veterano padece trastorno de estrés postraumático (TEPT), según investigadores de la Universidad de Tel Aviv y la Universidad de Haifa, informó The Jerusalem Post.

El equipo de investigación caracterizó la condición psicológica, social y médica de 200 veteranos de las FDI y recogió muestras de saliva.

Según los hallazgos, los soldados que padecían trastorno de estrés postraumático presentaban un cuadro microbiano típico en su saliva.

El estudio mostró un cuadro microbiano típico en la saliva de soldados veteranos que tuvieron reacciones relacionadas con el estrés de combate durante la Primera Guerra del Líbano en 1982 y que actualmente padecen postrauma. También se descubrió que alrededor de un tercio de los participantes que sufrían trastorno de estrés postraumático nunca habían sido diagnosticados y por lo tanto, no son reconocidos por del Ministerio de Defensa y otras autoridades.

El TEPT es un problema de salud pública mundial que afecta a una de cada 20 personas. El trastorno también se desarrolla en personas que vivieron un suceso impactante, aterrador o peligroso, a pesar de que el miedo es una respuesta normal.

Los síntomas del trastorno de estrés postraumático incluyen pesadillas o flashbacks como recuerdos internos del suceso traumático, un estado alterado de ansiedad, depresión, evasión de recuerdos externos y cambios en el estado de ánimo o el pensamiento. Las víctimas también son propensas a la drogadicción.

El estudio fue realizado por la profesora Illana Gozes en colaboración con el profesor Noam Shomron, el doctor Shlomo Sragovich y el estudiante de doctorado Gai Shapira de la Facultad de Medicina Sackler y la Escuela de Neurociencia Sagol; la profesora Zahava Solomon, de la Facultad de Ciencias Sociales Gordon de la Universidad de Tel Aviv, el profesor Abraham Sagi-Schwartz y la estudiante de doctorado Ella Levert-Levitt, del Centro para el Estudio del Desarrollo Infantil y la Escuela de Ciencias Psicológicas de la Universidad de Haifa.

Se publicó en la revista Molecular Psychiatry de Nature bajo el título “Oral microbiota signatures in post-traumatic stress disorder veterans” (“Firmas de microbiota oral en veteranos con trastorno de estrés postraumático”).

Los participantes procedían de un grupo más amplio de un estudio exhaustivo de cuatro décadas sobre veteranos de las FDI realizado por Solomon.

Según los investigadores, estos resultados podrían ayudar a alcanzar un diagnóstico preciso y objetivo de las personas que padecen trastorno de estrés postraumático, así como desarrollar medicamentos relacionados con la ecología microbiana del cuerpo.

La prueba psicológica abarcó varios elementos como el sueño, trastornos del apetito, culpa, pensamientos suicidas, apoyo social y conyugal, hostilidad, satisfacción con la vida, demografía, psicopatología, bienestar, salud y educación.

Al comparar los resultados de la distribución microbiana de los sujetos con los resultados psicológicos y sus respuestas a los cuestionarios de bienestar, los investigadores descubrieron que las personas con TEPT y con altos indicios psicopatológicos mostraban el mismo cuadro microbiótico oral en su saliva.

Afirman que el estudio es significativo, ya que por primera vez podría ser posible diagnosticar el trastorno de estrés postaumático mediante criterios objetivos y no solo conductuales.

Las bacterias de la saliva de los sujetos expuestos a la contaminación atmosférica mostraron una correlación con el TEPT, mientras que los años de estudios representaron una influencia protectora y un cuadro inverso de la ecología microbiana en la saliva.

“Hasta donde sabemos, esta es la primera descripción de una firma microbiana en la saliva entre soldados veteranos con trastorno de estrés postraumático”, señaló Gozes. Hasta ahora, el diagnóstico del postrauma se basaba únicamente en medidas psicológicas y psiquiátricas. Gracias a este estudio, pronto será posible utilizar características moleculares y biológicas objetivas para distinguir a los enfermos de TEPT, teniendo en cuenta las influencias ambientales.

“Esperamos que este nuevo descubrimiento y las firmas microbianas descritas en este estudio puedan promover un diagnóstico más fácil de veteranos con TEPT para que puedan recibir el tratamiento adecuado”, concluyó Gozes.

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