Enlace Judío México e Israel – El día de hoy quiero platicar con ustedes de dos tipos de miedos… el temor al fracaso y el temor al éxito. Podríamos decir que son primos.

¿A qué se refiere el temor al fracaso? Este es el temor a no lograr lo que se planea, lo que se desea o quiere. Dicho miedo lleva a boicotearse; lleva a ponerse obstáculos que limitan la posibilidad de hacer, de avanzar, de lograr. Parecería que estas personas sienten como más fácil quedarse atorados en lo mismo de siempre, que avanzar. En esta línea podemos pensar en el niño al que le dijeron que estaba gordo, que no podría correr ni vestirse lindo por su exceso de peso y se lo creyó. Cada que se pone a dieta, la abandona; cuando se puede comprar ropa linda se las arregla para no hacerlo o para combinarla mal. O el caso del subgerente de un banco que siempre se ha sentido menos por no ser el gerente. Y cada que tiene la oportunidad de avanzar solo se pone el pie y nomas no ha logrado ser el mero mero petatero gerente.

En la misma línea pero con un temor diferente, está el miedo al éxito. Me hace pensar en una mujer indígena con la que platicaba hace algunos años. Ella me decía que ahora que tenía su microempresa la tenía que llevar a escondidas de su marido, porque ahora ella ganaba igual que él y eso no se valía. Tenía miedo de que le fuera mejor que a él, porque allí si se metía en un tremendo lio, no solo con el marido; también con el resto de la familia y con muchos amigos. No se valía ir en contra de la tradición; de las normas sociales establecidas… el que debe ganar más dinero, quien debe tener más éxitos en el trabajo es el hombre.

El miedo al éxito se refiere al temor que muchas personas tienen de SI lograr algo. Tal vez están programados a simplemente hacer lo que se acostumbra en su grupo social o sienten miedo a experimentar esa nueva sensación de atreverse a triunfar cuando los demás no lo han hecho… ¿Qué se sentirá? ¿Qué pensarán los demás? La nuestra en una sociedad en la que la presión social es muy fuerte. Cuando la norma social va en el sentido de “No hagas olas”, “Sigue con lo que todos hacen”, para muchos es más fácil no triunfar; evitando envidias, celos y competencia con los demás.

Si decidimos enamorarnos de los retos en lugar de aceptar los fracasos, si tomamos la decisión de atrevernos a realmente luchar por aquello que deseamos… no habrá miedo ni barrera ni presión social que nos pare… la cosa es tomar el toro por los cuernos y atrevernos a romper paradigmas.

Entre menos nos dejemos derrotar por los pequeños problemas, mejor estaremos preparados para enfrentar las dificultades que nos enfrentamos día tras día confrontando las barreras con empuje y una sonrisa seremos más fuertes.


 

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