Enlace Judío México e Israel – Estamos muy acostumbrados a hablar en círculos, a no llamarle a las cosas por su nombre, a usar diminutivos, a darle la vuelta a las cosas para no hablar con claridad. Esto no funciona cuando queremos establecer y mantener una comunicación fluida o profunda ya sea con niños, adolescentes o adultos; y mucho menos cuando se trata de identificar y expresar lo que sentimos.

Ser asertivo, claro y directo en lo que queremos decir es conocido como comunicación asertiva.

Darnos un clavado hacia adentro de nuestras emociones y ponerles nombre nos ayuda a manejarlas mucho mejor. Así por ejemplo si lo que sentimos es tristeza, poder identificarlo y decirlo, nos ayudará a compartirlo con otros, o si preferimos, también nos facilita analizarlo nosotros solos. Si lo que sentimos es dolor ponerle nombre nos abrirá una puerta tal vez para poder llorar; si estamos preocupados podremos decirlo y buscar la manera de ocuparnos en vez de preocuparnos, reduciendo así el malestar y ansiedad que acompaña a la preocupación.

De igual modo explicar las razones de una acción de modo claro y transparente, lleva a relaciones de muchas mejor calidad que andar dándole vueltas o metiéndose tan solo por la tangente para encubrir las envidias, miedos y celos de otros.

Una razón por la que no llamamos a las cosas por su nombre es porque creemos que así nos estamos protegiendo o tal vez encubriendo a otra persona (muchas veces en nombre del “amor”). Pues resulta que tarde o temprano va a salir la verdad, que más temprano que tarde va a salir el tiro por otro lado. Huir del conflicto, encubrir las diferencias, no hablar directa y claramente, lo único que hace es posponer que la fecha en la que la bomba va a estallar.

Otro motivo por el que no decimos las cosas como son… por la que preferimos decir que está linda la ropa del emperador en lugar de abierta y claramente decir que esta encuerado, es mantener el control; una manera de controlar lo que hacen, dicen o sienten los demás es encubriendo lo que me asusta, lo que no quiero que se sepa ni que se note.

Bastante paquete tengo con lo mío. ¿Cuál es la necesidad de andar tapando, controlando, encubriendo de terceros? Y además esas no son maneras de mostrar amor (bien dice el dicho que los peores errores se hacen en nombre del “amor”… ¡aguas!)

Enseñarles a nuestros hijos desde muy pequeños a identificar lo que sienten, a llamarlo por su nombre y a compartirlo, les ayudará a manejar sus emociones y a poder expresarlas clara y directamente.

Un bellísimo ejemplo de esto nos los ofrece la película “Intensa-mente”. En ella se habla de las diferentes emociones y a cada una se le asigna un personaje y un color. Eso mismo podemos hacer cada uno de nosotros con nuestros sentimientos y emociones, así como ayudarles a nuestros hijos, pareja y amigos a hacerlo con las suyas. ¿Le entramos?


 

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