Enlace Judío – El activista político bielorruso encarcelado Ales Bialiatski, la organización rusa de derechos humanos Memorial y la organización ucraniana de derechos humanos Centro para las Libertades Civiles son los ganadores del premio Nobel de la Paz 2022, informó Haaretz.

Bialiatski fue uno de los líderes del movimiento democrático en Bielorrusia a mediados de la década de 1980 y fundó el Centro de Derechos Humanos Viasna en Minsk, una organización que proporciona ayuda a los presos políticos. Ha dedicado su vida a promover la democracia y el desarrollo pacífico en su país de origen.

Fue detenido tras las protestas de 2020 contra la reelección del presidente bielorruso Alexander Lukashenko, aliado de Putin. Posteriormente fue condenado por evasión de impuestos y puesto en prisión desde el 14 de julio de 2021. Sin embargo, activistas de derechos humanos afirman que los cargos que se le imputan tienen una motivación política y lo han definido como un preso de conciencia.

En 2020, recibió el premio “Right Livelihood Award”, considerado un galardón alternativo comparable al Premio Nobel de la Paz.

“El Comité Noruego del Nobel desea honrar a tres destacados defensores de los derechos humanos, la democracia y la coexistencia pacífica en los países vecinos, Bielorrusia, Rusia y Ucrania“, expresó la presidenta del comité, Berit Reiss-Andersen.

“A través de sus constantes esfuerzos por los valores humanos, el antimilitarismo y los principios del derecho, los galardonados de este año han revitalizado y honrado la visión de Alfred Nobel de la paz y la fraternidad entre las naciones, una visión muy necesaria en el mundo actual”, dijo a los periodistas en Oslo.

“A pesar de las tremendas dificultades personales, Bialiatski no ha cedido ni un centímetro en su lucha por los derechos humanos y la democracia en Bielorrusia“, subrayó Reiss-Andersen, y añadió que el jurado del Nobel pide a las autoridades bielorrusas la liberación de Bialiatski.

A pregunta expresa si el comité envía intencionadamente una señal a Putin, quien celebra este viernes su cumpleaños, Reiss-Andersen recalcó: “Siempre otorgamos un premio para alguien o para algo, no contra nadie”.

“Este premio no se dirige al presidente Putin, ni por su cumpleaños ni en ningún otro sentido, salvo que su gobierno, como el de Bielorrusia, representa un gobierno autoritario que reprime a los activistas de derechos humanos”, agregó.

El político opositor bielorruso Pavel Latushko señaló que el galardón es un logro no solo para Bialiatski, sino para todos los presos políticos detenidos en Bielorrusia.

“Nos motiva a todos a luchar, y estamos seguros de que venceremos a la dictadura de (Alexander) Lukashenko“, enfatizó.

La líder de la oposición bielorrusa en el exilio, Sviatlana Tsikhanouskaya, de visita en París, dijo a The Associated Press que el premio pondrá en relieve la causa de los presos políticos en Bielorrusia y dijo sentirse “honrada y encantada” de que Bialiatski estuviera entre los galardonados. Lo calificó como “famoso defensor de los derechos humanos en Bielorrusia y en el mundo” y “persona maravillosa”.

Tsikhanouskaya, cuyo marido también está encarcelado, señaló que Bialiatski “está sufriendo en las celdas de castigo” de la prisión bielorrusa.

“Pero hay otros miles de personas que están detenidas por sus opiniones políticas, y espero que esto sirva para crear consciencia en nuestro país y se tomen medidas prácticas para liberar a esas personas que sacrificaron su libertad”, añadió.

El Premio Nobel de la Paz, dotado con 10 millones de coronas suecas, unos 900,000 dólares, se entregará en Oslo el 10 de diciembre, aniversario de la muerte del industrial sueco Alfred Nobel, quien fundó los premios en su testamento de 1895.

“Los galardonados con el Premio de la Paz representan a la sociedad civil en sus países de origen. Durante muchos años han promovido el derecho a criticar al poder y a proteger los derechos fundamentales de los ciudadanos”, dijeron desde el Comité Noruego del Nobel.

“Los laureados han hecho un esfuerzo extraordinario para documentar los crímenes de guerra, las violaciones de los derechos humanos y el abuso de poder. Juntos demuestran la importancia de la sociedad civil para la paz y la democracia”, destacaron.

Traducción: Esti Peled

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