Enlace Judío México e Israel – Con la caída del muro, llegaron casi dos millones de ex soviéticos descendientes de judíos a nuestro pequeño país Israel.

En esos tiempos había en Israel una población total de unos 4 millones de judíos, de modo que el impacto político, social y cultural, género un cambio en la vida diaria de todo israelí.

Una ola de inmigración menos comprometida con lo religioso, sedienta de consumo y ganas de trabajar, en esta tierra conocidamente extraña, de la cual muchos desconfiaban.

Entre ellos Saya, ex héroe del ejército rojo, que empezó su lucha antiterrorista fascista, en las guerrillas que protegían los alrededores de Stalingrado, guerrillas bolcheviques que el ejército fascista alemán, no pudo derrotar.

“Vimos niños huérfanos, mal comidos y vestidos, robábamos municiones y armas, cuchillos, machetes y con suerte pistolas y rifles. Los guardias alemanes congelados eran nuestros proveedores preferidos de armamento y café. Nosotros éramos inmunes al frío. Y nuestros corazones calientes, soñaban con expulsar al invasor nazi”

¿Recuerdas algo de tu familia? Si, mi padre fue un cercano colaborador de Lenin, luego Stalin lo mató, fue uno de los tantos miles de judíos socialistas que Stalin purgó del partido y la vida, ellos querían una revolución sana, ellos decían que los principios de la Torá eran revolucionarios y de justicia social.

Aún recuerdo el día, que mi padre y madre bailaban y lloraban, cuando el Sóviet, entregó la ciudadanía de soviéticos a los judíos, parecía un sueño, un sueño que se acabó con la muerte de Lenin y el exilio de Trotsky, una pena.

Mi vida fue de combate, siempre tuve clara mi identidad judía, muchos la escondieron, yo fui un revolucionario orgulloso y un judío orgulloso.

Milité en el partido, había allí mucha gente honesta y democrática, pero los corruptos siempre nos ganaban las votaciones.

¿Cuándo empezaste a ver a Israel como destino de tu vida? Cuando entendí que la URSS se consolidó como una máquina de domesticar cerebros, la burocracia reprimía toda critica y la corrupción sería el fin del socialismo.

Entendí que no sólo la seguridad social y la cultura alcanzan, si no hay plena libertad de pensamiento y expresión.

Por eso cuando Gorbachov posibilitó nuestra salida, con lágrimas en mis ojos inicie el trámite de alía.

¿Cómo viste a Israel? Un país bello, con muchas contradicciones, con mucha democracia y debates, no me acostumbro a la fuerza política de los religiosos, pero es parte de la democracia que yo mismo reclamaba en la URSS.

El país me ayudó, vivo en una casa del estado, pago un alquiler simbólico, casi a diario nos juntamos con ex miembros del ejército rojo y hacemos parlamentos en los bares, hablamos de política, deporte y ahora de la triste guerra entre Rusia y Ucrania.

Guerra que duele, ni Rusia ni Ucrania son nuestros países, nosotros fuimos de la URSS, nuestra bandera era el internacionalismo, entre todos los trabajadores del mundo.

Hoy vemos dos países capitalistas enfrentándose y poniendo en riesgo a la humanidad.

Hoy vemos a los interesados de siempre vendiendo armas en vez de hacer hospitales.

Es triste, sentimos vergüenza ajena y yo doy gracias a Dios, aunque soy ateo, de estar en Israel.

Un país en que al que le gusta el socialismo vive en un kibutz y al que le gusta el capitalismo puede trabajar en una multinacional israelí.

También Israel es un país que no se olvida de invertir en educación.

¿Sabes a quien votar? Aún no, pero estoy entre Lapid y Gantz, no quiero a los religiosos succionando el dinero del estado para sus escuelas, no quiero privilegiados que no trabajen y que no hagan el ejército, eso es muy injusto.

Tampoco quiero un corrupto como Netanyahu, el ya estuvo lo suficiente y nos condeno a tres años sin presupuesto.

No, no votaré a la derecha en ninguna de sus expresiones, están muy llenas de odio a los árabes y judíos que piensan distinto.

No quiero nuevos Stalin.


 

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