Enlace Judío – El primer ministro de Israel, Yair Lapid expresó este domingo su preocupación de que si pierde, el líder de la oposición, Benjamín Netanyahu, intente cuestionar la legitimidad de los resultados electorales, informó The Times of Israel.

En una entrevista a Ynet, Lapid afirmó que la oposición ya ha comenzado a presentar peticiones al Comité Central Electoral, y es posible que estén planeando un movimiento en el que si Netanyahu no gana, intentará cuestionar la legitimidad de las elecciones”.

El mandatario consideró que la mejor opción para Israel sería un gobierno de unidad encabezado por su partido Yesh Atid y el Likud sin Netanyahu, quien enfrenta cargos de corrupción en un juicio en curso.

“Se trata de nuestros valores, de una persona con graves cargos penales en su contra. Debe terminar su juicio. Las personas acusadas de graves delitos penales no deberían ocupar cargos de responsabilidad en el Estado de Israel“, apuntó.

Desde el Likud rechazaron las acusaciones de Lapid, afirmando que el partido “es un símbolo y un ejemplo para la democracia que siempre respeta la voluntad del votante”.

Sin embargo, Lapid no descartaría formar un gobierno con los partidos ultraortodoxos, siempre que acepten el principio de “libertad de religión”.

Aseguró que no le preocupa que el ministro de Defensa, Benny Gantz, decida unirse a Netanyahu en el gobierno. Gantz es un antiguo socio de coalición tanto de Lapid como de Netanyahu.

Recientemente, ha intentado posicionarse como una posibilidad para primer ministro.

La mayoría de las encuestas electorales pronostican un nuevo estancamiento político después de las elecciones del 1 de noviembre, ya que ninguno de los bloques alcanzan la mayoría de escaños para formar un gobierno.

Cuando se le preguntó si contaría con el apoyo externo del partido de mayoría árabe Hadash-Ta’al para una posible coalición, Lapid respondió que no hablará de “hipótesis”.

“Lo hemos dicho mil veces. No quieren formar parte del gobierno y, lo que es más importante, yo no quiero que lo sean”, subrayó.

Lapid dijo estar preocupado por los posibles bajos niveles de participación árabe en las elecciones.

“Preocupado es la palabra… Se trata del 20% de los ciudadanos del Estado de Israel, y tienen problemas reales que se han descuidado, como un millón de otras cosas que se han descuidado aquí, incluyendo la seguridad personal”, dijo, en referencia a la creciente tasa de criminalidad en la comunidad árabe.

“La sociedad israelí, y este es uno de los problemas que enfrentamos, tiene un profundo sentimiento de desconfianza. Se ha convertido en parte de nuestras vidas: la desconfianza entre partes de la sociedad israelí, entre judíos y árabes, entre religiosos y seculares, y contra esto estoy luchando”, explicó.

Lapid expresó preocupación por el ascenso del líder de extrema derecha Itamar Ben Gvir.

Ben Gvir es otro mundo. Votar por Ben Gvir es votar contra las FDI, y a favor de la gente que ataca al Batallón 202 y a nuestros soldados”, dijo Lapid en referencia a un reciente ataque de colonos contra soldados israelíes cerca de Nablus.

Tras el ataque, Lapid describió a los agresores como “emisarios de Ben Gvir“, cuyo partido Hatzionut Hadatit se espera que obtenga entre 13 y 14 escaños en las próximas elecciones.

“¿En qué mundo es [Ben Gvir] la solución? El problema que señala es un problema real: debemos reforzar la seguridad personal, inundar las calles con policías, soldados y personal de seguridad”, dijo el primer ministro.

“¿Pero en qué mundo una persona que no sirvió en el ejército, que fue condenada por apoyar el terrorismo, que no sabe lo que hace, es la solución a este problema? Es un hombre peligroso que dirige milicias que atacan a oficiales y soldados de las FDI, y afirma que él es la solución. No es la solución, es peligroso”, enfatizó.

Sobre la escalada de violencia en Judea y Samaria (Cisjordania), Lapid dijo que no cree que se esté gestando una tercera intifada, “pero si la hubiera, nos enfrentaríamos a ella”, y se jactó de que “hemos matado a más terroristas en el último año que los que han muerto aquí en muchos años”, de acuerdo a Haaretz.

En cuanto al aumento del costo de la vida, afirmó que su gobierno está implementando medidas para abordar el problema.

“No hay una solución mágica para el costo de la vida, y quien diga que tiene una solución mágica miente”, dijo Lapid, en referencia a las promesas de campaña de Netanyahu sobre el tema.

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