Enlace Judío – El Gran Rabino de Rusia, Berel Lazar condenó las declaraciones de un alto funcionario ruso, quien describió al movimiento jasídico Jabad-Lubavitch en Ucrania como un culto supremacista, informó The Times of Israel.

En un artículo para el semanario gubernamental Argumenty i Fakty, el secretario adjunto del Consejo de Seguridad de Rusia, Aleksey Pavlov, pidió la “desatanización” de Ucrania, y afirmó que el país es hogar de cientos de cultos neopaganos.

Pavlov incluye a Jabad-Lubavitch entre esos cultos. El movimiento se creó en Rusia en el siglo XVIII y hoy es una importante fuerza religiosa en los países de la ex Unión Soviética, Rusia y Ucrania en particular.

“El principio fundamental de los jasidim de Lubavitch es la superioridad de los seguidores de la secta sobre todas las naciones y pueblos”, escribió Pavlov.

“Creo que con la continuación de la operación militar especial, es cada vez más urgente llevar a cabo la desatanización de Ucrania“, subrayó.

Desde el estallido de la guerra de Rusia en Ucrania, el movimiento Jabad en Rusia ha intentado mantenerse fuera del punto de mira de ambos bandos. Sus rabinos han denunciado la guerra y el derramamiento de sangre, pero también se han abstenido de condenar a Moscú. Además, arremetieron contra el Gran Rabino de Moscú, Pinjas Goldschmidt, por su decisión de abandonar el país y su comunidad para criticar más libremente la guerra y al líder ruso Vladimir Putin.

El artículo de Pavlov refleja el precario estatus de Jabad en Rusia en general y pone en duda el éxito de su acto de equilibrio con respecto a la guerra.

En respuesta, el Gran Rabino de Rusia, anteriormente considerado cercano a Putin, escribió una carta abierta a las autoridades rusas, en la que pidió condenar las declaraciones de Pavlov.

“Se puede calificar la lógica del Sr. Pavlov de disparatada o de antisemitismo vulgar y superficial, pero se trata de una nueva variedad de viejos libelos de sangre. Y si los pronuncia un miembro del Consejo de Seguridad ruso, esto representa un gran peligro. Por lo tanto, exigimos una respuesta inmediata e inequívoca de la sociedad y de las autoridades del país”, escribió Lazar.

En su carta, Lazar señaló que pertenece al movimiento Jabad-Lubavitch, al igual que “el 90% de los rabinos que operan en Rusia“.

Lazar rechazó las afirmaciones de Pavlov de que Jabad es una secta y se considera superior a las demás, al tiempo que destacó la amplia labor interreligiosa de la organización en Rusia y en el extranjero.

En los últimos meses, Moscú ha tomado medidas enérgicas contra las actividades de la Agencia Judía en Rusia, llevando a la organización a juicio por el presunto almacenamiento indebido de datos de ciudadanos rusos. Aunque es una organización independiente, la Agencia Judía colabora estrechamente con el gobierno israelí y fomenta la inmigración a Israel, además de organizar actividades culturales y educativas judías en Rusia.

Debido a sus estrechos vínculos con el gobierno israelí, las medidas de las autoridades rusas contra el grupo se consideraron inicialmente un intento de Moscú de ejercer presión diplomática sobre Israel. Actualmente, parecen ser parte de una represión general de la sociedad civil en Rusia, que comenzó años atrás.

En un mensaje con motivo de Rosh Hashaná, Putin advirtió a los judíos rusos no abandonar el país, como lo han hecho decenas de miles de personas desde el inicio de la guerra en Ucrania, diciendo que tienen el deber de contribuir a Rusia.

“Es sumamente importante que, conservando su lealtad a las antiguas tradiciones espirituales, los judíos rusos contribuyan de forma importante a la preservación de la diversidad cultural en nuestro país, al fortalecimiento de la concordia interétnica y a los principios de respeto mutuo y tolerancia religiosa”, aseveró.

Reproducción autorizada con la mención siguiente: © EnlaceJudío