Enlace Judío- Quizás muchos conozcan la historia de cómo Dinamarca rescató a sus 8,000 ciudadanos judios de las garras de los nazis, enviándolos clandestinamente hacia Suecia en barcos pesqueros.

Sin embargo, no son muchos los que conocen la historia sobre cómo fueron salvados de la Shoá todos los judíos que vivían en Bulgaria. Durante varias décadas, todos los registros habían sido escondidos por los comunistas búlgaros, para evitar la glorificación del Rey-  y los no comunistas que habían arriesgado sus vidas, manteniéndose firmes frente a los alemanes.

Pero en 1991, con la caída del comunismo en Bulgaria, esta historia secreta salió a relucir.

La comunidad judía de Bulgaria contaba con unas 50.000 personas antes de la segunda guerra mundial.

En 1940, Bulgaria que era aliada de Alemania, había instituido restricciones sociales y legales a sus ciudadanos judíos, así como las Leyes de Núremberg.

Bulgaria también deportó a judíos que no eran búlgaros, de los territorios que había anexado en Yugoslavia y Grecia.

Sin embargo, tres años después, en 1943, los nazis informaron al gobierno de Bulgaria que todos los judíos búlgaros serían deportados a Polonia, la cual estaba ocupada en ese momento por los nazis.

Los periódicos entonces denunciaron la deportación.

Esas noticias se transformaron en un tema muy candente de conversación y la oposición pública en todo el país comenzó a crecer

Esto se debió al sentimiento de unidad que existía en la pequeña población búlgara, y en especial al hecho de que Bulgaria estaba conformada por minorías, como armenios, turcos, griegos y gitanos, además de judíos.

A medida que se acercaba la fecha para la deportación de los judíos búlgaros, el líder del Parlamento, Dimitar Peshev, junto con sus legisladores, organizó una protesta oficial, para que no deportasen a los judíos de su país.

También se sumó a esa protesta el arzobispo Stefan, quien era el Patriarca de la Iglesia Ortodoxa Búlgara y trabajó activamente en contra de la deportación, al emitir certificados falsos de bautismo, para salvar a los judíos.

De igual manera el obispo Cyril, que dirigía la iglesia en la ciudad de Plovdiv, amenazó con acostarse sobre las vías del tren para que este no avanzara, y les prometió a los judíos de Bulgaria: “Adonde sea que vayan, yo iré con ustedes”.

Finalmente, bajo tanta presión pública, el Rey Boris III prohibió la deportación de todos los judíos de Bulgaria. Sin embargo, dado que Bulgaria era aliada de Alemania, el costo de comenzar una resistencia de esa magnitud podría haber significado una ocupación del país por parte de las tropas nazis, así como ya lo habían hecho con Polonia y otros países.

Sin embargo, los alemanes decidieron evitar una confrontación con los búlgaros. De esa manera, Bulgaria se convirtió en la única nación en toda Europa en salvar a su población judía búlgara de ser transportados a los campos de exterminio nazis.

Por ello, el Rey Boris, tiene la distinción de haber sido el único líder mundial que desafió a Hitler cara a cara, durante la Segunda Guerra Mundial, para salvar a los judíos de Bulgaria. Aunque murió bajo circunstancias misteriosas en 1943.

De los 50,000 judíos búlgaros, aproximadamente 40,000 se trasladaron a Eretz Israel después de la guerra.

Reproducción autorizada con la mención siguiente: ©EnlaceJudío. Las opiniones, creencias y puntos de vista expresados por el autor o la autora en los artículos de opinión, y los comentarios en los mismos, no reflejan necesariamente la postura o línea editorial de Enlace Judío.