Enlace Judío – El líder del grupo terrorista Hezbolá, Hassan Nasrallah, dijo este viernes que no cree que el primer ministro entrante, Benjamin Netanyahu, eche abajo el acuerdo fronterizo marítimo firmado entre Israel y el Líbano, informó The Times of Israel.

“No creemos que Israel se retire de este acuerdo o lo cancele”, dijo Nasrallah al comentar sobre la victoria electoral de Netanyahu durante un discurso televisado que marcó el “Día del Mártir” de Hezbolá.

Netanyahu se pronunció enérgicamente contra el acuerdo marítimo mientras hacía campaña para las elecciones del 1 de noviembre, acusando al primer ministro Yair Lapid de entregar mar soberano israelí a Hezbolá.

El líder del Likud afirmó que Lapid había sucumbido a las amenazas de Nasrallah y advirtió que su gobierno no se vería obligado por el acuerdo si ganaba las elecciones.

Netanyahu luego se comprometió a “neutralizar” el acuerdo como afirmó haber hecho con los Acuerdos de Oslo con los palestinos.

El acuerdo marítimo, que el Líbano espera pueda ayudarlo a salir de su paralizante crisis económica, tiene como objetivo poner fin a una disputa de larga data sobre unos 860 kilómetros cuadrados del mar Mediterráneo, que cubre los campos de gas de Karish en Israel y Qana en el Líbano.

El acuerdo estipula que Israel recibe reconocimiento por un límite marcado por boyas que estableció en 2000, a cinco kilómetros de la costa de la ciudad norteña de Rosh Hanikra. Después de eso, la frontera de Israel seguirá el borde sur del área en disputa conocida como Línea 23.

Líbano disfrutará de los beneficios económicos del área al norte de la Línea 23, incluido el campo de Qana, mientras que Israel seguirá adelante con la producción de gas en el campo de Karish y recibirá ingresos de Qana si se haya gas natural aquí.

Nasrallah descartó el impacto que Netanyahu podría tener en el destino del acuerdo marítimo y dijo: “Lo que está protegiendo al Líbano es Dios y la ecuación de fuerza del ejército, el pueblo y la resistencia”.

“No nos importa quién gane las elecciones israelíes porque todos los gobiernos sionistas son ocupantes, brutales y criminales”, dijo en declaraciones traducidas por el sitio de noticias Naharnet, vinculado a Hezbolá.

“Algunos consideran que su garantía para el acuerdo de la frontera marítima es el compromiso de Estados Unidos, pero nuestra garantía real son los elementos de fuerza que posee el Líbano”, agregó.

Nasrallah también dijo que Hezbollah quiere que el próximo presidente del Líbano “tranquilice” al grupo y se enfrente a Estados Unidos, luego de que el mandato de Michel Aoun expirara el mes pasado sin un sucesor.

La comunidad internacional ha advertido que un vacío presidencial prolongado agravaría los problemas políticos y económicos del Líbano.

El país ya ha sido gobernado por un gobierno interino con poderes limitados desde mayo y está sumido en tres años de turbulencia económica.

“Queremos un presidente que pueda tranquilizar a la resistencia, que no la apuñale por la espalda”, dijo el jefe del poderoso grupo respaldado por Irán.

El próximo presidente de Líbano “no debería tener miedo si el embajador de Estados Unidos o la administración de Estados Unidos le gritan… No debe empezar a temblar y hacer concesiones”, agregó en un discurso televisado.

El parlamento dividido del Líbano ha celebrado cinco rondas de votación desde septiembre, sin que ningún candidato haya obtenido el apoyo suficiente para suceder a Aoun, a medida que Hezbolá y sus aliados emitieron votos en blanco.

El legislador Michel Moawad ha obtenido la mayor cantidad de votos en el parlamento, aunque está lejos de obtener el apoyo suficiente para hacerse con la presidencia.

Moawad tiene buenos lazos con Washington y ha pedido repetidamente que Hezbolá, la única facción que mantuvo sus armas después del final de la guerra civil del Líbano de 1975-1990, se desarme.

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