Enlace Judío – Síntesis del Material publicado por Jesús A. Cervantes González. Director de Estadísticas Económicas en el Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (CEMLA).

A pesar de que la población inmigrante a EE. UU. se ha reducido, los migrantes han tenido que realizar un mayor esfuerzo para apoyar a sus familiares en México mediante las remesas. Ello considerando que de 2018 a 2021, el desempeño del PIB de México, estuvo más cerca del registrado por el PIB de Haití que del alcanzado por el de los países centroamericanos.

Existe una percepción general de que hay un número significativo de mexicanos que están emigrando a EE. UU., alimentados por el aumento en las detenciones de los que intentan ingresar de manera indocumentada a ese país. Estas detenciones reflejan un aumento en la capacidad de las autoridades de EUA indocumentado.

Además, durante varios años en EE. UU. hubo un sentimiento antimexicano por parte de algunas autoridades de ese país, lo que desalentó la migración mexicana. Sin embargo, esa percepción contrasta con los datos. Durante los últimos años en EE. UU. ha disminuido la población inmigrante de manera notable, esto ha respondido a un flujo migratorio reducido que ha sido superado por el retorno voluntario y compulsivo de migrantes, así como la mortalidad en ese grupo poblacional.

Durante décadas en EE. UU. la población inmigrante aumentó, pero esta tendencia se detuvo en 2007 y, luego de altibajos por varios años, comenzó a disminuir a partir de 2014. En 2021, dicho grupo migratorio fue de 10,697,374 personas, menor en 1,017,115 al registrado en 2014. Ahora bien, la población total de origen mexicano suma de nativos e inmigrantes, ha continuado creciendo, pero a un menor ritmo por la debilidad de la migración mexicana.

Lo anterior ha implicado caídas de la participación de la población inmigrante mexicana en la población de EE. UU., en la de origen mexicano y en el total de inmigrantes. En la población total, esta participación se redujo de 3.9% en 2007 a 3.6% en 2015 y 3.2% en 2021, mientras que en la población de origen mexicano pasó de 40.2% en 2007, a 32.5% en 2015 y a 28.7% en 2021.

En contraste, ha habido fuertes incrementos en EE. UU. en los tamaños de los grupos guatemalteco, hondureño, dominicano, venezolano, colombiano y de la India, entre otros.

La ausencia de migración neta mexicana ha implicado que la mediana de edad en dicho grupo haya aumentado de 35 años en 2007, a 41 años en 2015 y 46 años en 2021. Asimismo, el segmento con 55 años o más de edad se elevó de 12.0% en 2007, a 20.0% en 2015 y 28.0% en 2021, mientras que el porcentaje con alguna discapacidad pasó de 7.6% en 2007 a 10.6% en 2021.

Hasta ahora no ha habido contradicción del número de migrantes mexicanos a EE. UU. y el desempeño positivo del ingreso de México por remesas, pero no hay que descartar que en los próximos años tales tendencias entren en conflicto. Hay varios factores que concilian ambas tendencias.

Primero, el porcentaje de la población mexicana inmigrante que cuenta con ciudadanía ha registrado un incremento importante. Obtener la ciudadanía mejora en los migrantes mexicanos su potencial de ingresos por trabajo. Existen indicadores que muestran que en EE. UU. hay un fuerte diferencial entre los ingresos laborales que obtienen los migrantes mexicanos con ciudadanía y los que no cuentan con ella, aún si se considera mismo género, misma escolaridad y antigüedad de residencia en ese país.

Segundo, durante la última década en el grupo migratorio mexicano ha ido aumentando el porcentaje de los que participan en el mercado laboral y tienen empleo.

Tercero, ha habido una importante mejoría del ingreso del grupo migratorio mexicano. Así, de 2015 a 2021, dicho ingreso anual se incrementó en casi 70,000 millones de dólares al alcanzar 308 mil millones de dólares. Este avance ha ido acompañado de una importante disminución del porcentaje de migrantes que se encuentran en situación de pobreza.

Cuarto, en los años recientes los migrantes mexicanos han tenido que realizar un mayor esfuerzo para apoyar a sus familiares en México mediante las remesas ante el pobre desempeño de la economía mexicana. Es probable que en 2022 el total de remesas sea cercano a 59,000 millones de dólares. 

Por último, la pandemia del Covid-19 en México tuvo una mayor afectación económica en los hogares receptores de remesas que en los no receptores. Ello requirió que sus familiares en EE. UU. los apoyaran con mayor intensidad mediante el envío de remesas.

Conclusión

La evidencia mostrada en este artículo apunta a que, contrario a la población popular, la población mexicana inmigrante en EE. UU. ha disminuido, no obstante, sus remesas hacia México han aumentado. La razón principal es el mal desempeño de la economía mexicana.


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