Enlace Judío – El Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán condenó la decisión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU de investigar la respuesta de la República Islámica a las manifestaciones tras la muerte de Mahsa Amini, informó la AFP.

Teherán se había opuesto a la celebración de la sesión urgente del Consejo el jueves como lo solicitaron Alemania e Islandia.

Irán “rechaza totalmente” la resolución que se adoptó para establecer una misión de investigación de alto nivel, dijo el ministerio en un comunicado el jueves por la noche.

El régimen iraní ha visto más de dos meses de protestas provocadas por la muerte bajo custodia de Mahsa Amini. Había sido arrestada por una supuesta violación del estricto código de vestimenta para mujeres del país.

Los funcionarios del gobierno han culpado de los “disturbios” a los “enemigos extranjeros” en Occidente a quienes acusan de incitar a violar la ley.

El Ministerio de Relaciones Exteriores dijo que Irán ya había formado una comisión nacional de investigación que involucraba a expertos legales y “representantes independientes”.

“La formación de cualquier mecanismo nuevo para examinar los incidentes de los últimos dos meses en Irán es inútil y representa una violación de la soberanía nacional del país”, dijo en un comunicado.

Irán “no reconoce la misión”, agregó el ministerio.

Una mayoría más amplia de lo esperado del consejo de 47 miembros respaldó el lanzamiento de la investigación, con 25 votos a favor, 16 abstenciones y solo seis países (Armenia, China, Cuba, Eritrea, Pakistán y Venezuela) se opusieron.

Teherán acusó a Alemania y otros países que apoyaron la resolución de hacer “acusaciones falsas y provocativas sobre la violación de los derechos de hombres, mujeres y niños, lo que Irán niega”.

“Esta resolución se hizo bajo la presión de ciertos grupos de presión políticos que dependen de información falsa difundida por medios anti-iraníes”, acusó el Ministerio de Relaciones Exteriores.

Denunció un “error estratégico de Alemania y ciertos países occidentales” y dijo que “esta ceguera será perjudicial para sus intereses”.

Durante la sesión del jueves, el jefe de derechos humanos de la ONU, Volker Turk, insistió en que “el uso innecesario y desproporcionado de la fuerza debe terminar”.

Turk dijo que más de 300 personas habían muerto desde la muerte de Amini. Dijo a los periodistas que se había ofrecido a visitar Irán pero que no había recibido respuesta de Teherán.

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