Enlace Judío – El primer ministro saliente de Israel, Yair Lapid, pidió el lunes a líderes mundiales disuadir a la Autoridad Palestina de avanzar en su esfuerzo por remitir el conflicto israelí-palestino a la Corte Internacional de Justicia, informó The Times of Israel.

En una carta enviada a más de 50 países, Lapid calificó la campaña palestina, que incluyó una votación del comité de las Naciones Unidas a principios de este mes, como “un esfuerzo concertado para señalar a Israel, desacreditar nuestras legítimas preocupaciones de seguridad y deslegitimar nuestra propia existencia”.

La resolución del 11 de noviembre, titulada “Prácticas y actividades de asentamiento israelíes que afectan a los derechos del pueblo palestino y otros árabes de los territorios ocupados”, fue aprobada por la Cuarta Comisión de la Asamblea General de la ONU con 98 votos a favor, 17 en contra y 52 abstenciones.

El documento solicita a la CIJ, con sede en La Haya, “emitir urgentemente una opinión consultiva” sobre la “prolongada ocupación, asentamiento y anexión de territorios palestinos por parte de Israel”.

La propuesta se someterá a votación en el pleno de la Asamblea General en diciembre.

“Insto a su país a que ejerza su influencia sobre la Autoridad Palestina para que se abstenga de promover esta peligrosa medida en la Asamblea General“, escribió Lapid. “Si los palestinos continúan ignorando estas peticiones y esta resolución se somete a votación en diciembre, espero y deseo que su país vote en contra y exprese su clara preocupación por sus peligrosas ramificaciones”.

“Esperamos que nuestros amigos estén con nosotros”, añadió.

La misiva fue enviada a los socios europeos, entre ellos Reino Unido, Francia, Croacia, Rumanía, Bulgaria, Países Bajos, Eslovaquia, Georgia y Letonia.

Los líderes de Brasil, Uruguay, Perú y Vietnam también recibieron la carta.

Entre los países que votaron en contra de la resolución de la ONU se encuentran Israel, Australia, Austria, Canadá, la República Checa, Italia, Alemania, varias naciones insulares del Pacífico y Estados Unidos.

Varios países europeos se abstuvieron.

México, Baréin, Egipto, Jordania, Rusia, Arabia Saudí, Ucrania y los Emiratos Árabes Unidos votaron a favor.

“Los palestinos quieren sustituir las negociaciones por pasos unilaterales. Vuelven a utilizar a las Naciones Unidas para atacar a Israel“, acusó Lapid tras la aprobación de la resolución.

En la carta del lunes, argumentó que llevar el conflicto ante la Corte Internacional de Justicia contradice el principio de las negociaciones directas. Además, “solo hará el juego a los extremistas, polarizará aún más a las partes y socavará el trabajo positivo que se ha hecho en los últimos años”, escribió.

El primer ministro expuso las principales iniciativas en Oriente Medio en las que Israel participó en los últimos años, como los Acuerdos de Abraham, la Cumbre del Néguev y el acuerdo sobre la frontera marítima con Líbano. “Todos estos logros se alcanzaron mediante negociaciones entre las partes interesadas, la única forma probada de lograr una paz duradera en nuestra región”, puntualizó.

La resolución de la ONU también pide investigar las medidas israelíes “destinadas a alterar la composición demográfica, el carácter y el estatus de la Ciudad Santa de Jerusalén” y afirma que Israel ha adoptado “leyes y medidas discriminatorias.”

Pide al tribunal que se pronuncie sobre el conflicto de acuerdo con el derecho internacional y la carta de las Naciones Unidas.

La última vez que la Corte Internacional de Justicia emitió una opinión consultiva sobre el conflicto fue en 2004.

El embajador israelí ante la ONU, Gilad Erdan, arremetió contra la medida en la audiencia del comité, calificándola como parte de una “larga línea de resoluciones antiisraelíes”.

“El único propósito es demonizar a Israel y eximir de responsabilidad a los palestinos”, dijo Erdan, y añadió que la resolución “destruye cualquier esperanza de una solución”.

La delegación palestina en la ONU dijo en respuesta a la resolución: “Nuestro pueblo merece la libertad. Nuestro pueblo tiene derecho a la libertad”.

El representante de Estados Unidos ante la comisión, Richard Mills, expresó “serias preocupaciones” sobre la resolución, diciendo que “magnificaría la desconfianza” en torno al conflicto. “No hay atajos para una solución de dos Estados”, dijo.

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