Enlace Judío- Señalo una de ellas: ¿cómo y por qué Israel ha frenado hasta aquí una masiva agresión con medios militares y no convencionales por parte de Irán?
Y otra: ¿cómo explicar el reiterado fracaso de la amplia minoría árabe en Jerusalén- 40 por ciento de los habitantes de la ciudad capital del país- cuando pretende preservar sus derechos?
Interrogantes que líderes de la exaltada derecha que formará parte del gobierno presidido por Benjamín Netanyahu eluden sistemática y deliberadamente por ignorancia o por irresponsable cálculo.
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Para dar respuesta a la primera pregunta es indispensable apreciar- en número y en calidad – a los contingentes militares y civiles que toman parte – sin tregua alguna – en tareas encaminadas a anticipar y frenar cualquier agresión por parte de Teherán. Actividad que científicos y tecnólogos israelíes respaldan desde hace años sin pausas y sin errores.
Trátase de un exigente escenario que personajes alejados de la experiencia militar y académica apenas saben o comprenden. Es a mi ver el inquietante caso de no pocas figuras que en cercanos días formarán parte del próximo gobierno en Israel.
Señalo en particular a personajes como Ben Gvir y Shmotrich que apenas tienen alguna experiencia militar, científica o tecnológica.
Pronto asumirán cargos gubernamentales que pondrán al desnudo una lamentable y compartida ignorancia respecto de la capacidad y de los recursos que hasta aquí han garantizado la existencia del país.
Inquietante escenario que obliga a mi ver la activa resistencia no sólo de sus rivales políticos. Cabe esperar que amplios sectores en el país y en las diásporas acertarán a resistirlo cuando despunten sus negativos resultados.
Desde otro ángulo también preocupa a ambos la firme inclinación de la amplia minoría árabe en Jerusalén a lograr espacios y presencia frenada hasta aquí por las fuerzas policiales del país.
Conjeturo que si el status quo que formalmente hoy domina en la ciudad es alterado por facciones orientadas por Ben Gvir-Smotrich se levantará uno de dos escenarios
El primero describe una violencia civil generalizada en la zona no judía de la ciudad animada por estas figuras. Situación que probablemente traerá consigo la activa intervención de organismos internacionales y de actores regionales que desde hace años defienden los derechos del sector cristiano y musulmán en la estructura y composición de la ciudad.
El segundo escenario podría tomar imprevisible impulso considerando que la población en Jerusalén oriental tiene el legítimo derecho de tomar parte en las elecciones municipales.
Hasta aquí la población musulmana apenas ha revelado tendencia o interés en escoger este rumbo. Situación que, sin embargo, podría sustancialmente cambiar si el presente status quo en la ciudad es violentamente alterado conforme a las reiteradas exigencias del dúo Ben Gvir-Smotrich.
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