Enlace Judío – El Cónsul General de Israel en Shangai, Eddie Shapira, fue hospitalizado en aislamiento durante diez días tras contraer COVID-19, informó Haaretz.

Shapira escribió en una publicación de Facebook este sábado que a pesar de que sus síntomas no eran demasiado graves, fue hospitalizado en lo que denominó “un acuario con dos camas individuales, dos puertas automáticas que se podían abrir por control remoto, y una pequeña ventana para una bandeja con comida”.

“Las condiciones me recordaron una cárcel (supongo, aún no he tenido esta experiencia). Fueron diez de los días más extraños que uno puede imaginar. No se lo recomiendo a nadie que sufra de claustrofobia ni a nadie más. Los días pasan esperando dos resultados negativos, con 24 horas entre ellos”, agregó.

“El problema es que me contagié en el lugar menos indicado del mundo: en China. Aquí se toman los casos de morbilidad con la misma severidad, como si no hubieran pasado tres años y no hubieran aprendido nada. Continúan aislando a cualquier persona expuesta a los enfermos y los pacientes son internados en hospitales especiales”.

Mientras que el resto del mundo ha aprendido a convivir con el virus, China es el único país que mantiene una estrategia de “cero-COVID”. Esta política, vigente desde el inicio de la pandemia, ha provocado cierres repentinos y pruebas masivas en todo el país. China sigue imponiendo la cuarentena obligatoria a los viajeros que llegan a su país, a pesar de que las cifras de infección son bajas en comparación con sus 1,400 millones de habitantes.

La cancillería israelí no hizo ningún comentario. Sin embargo, una fuente diplomática dijo que la situación no se salía de lo habitual en China.

El embajador de EE.UU. en China, Nicholas Burns, argumentó a principios de este año que la detención de diplomáticos y la separación de sus familias por haber contraído el coronavirus o por estar en estrecho contacto con alguien que lo haya contraído es una violación de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas, informó The Jerusalem Post.

Como resultado, Pekín prometió que los diplomáticos estadounidenses podrían permanecer aislados en casa. Estados Unidos estaba dispuesto a evacuar a cualquier diplomático que fuera enviado a un centro de detención.

“Tenemos derechos legales aquí, y reclamar esos derechos legales según la Convención de Viena es muy importante para nosotros”, dijo Burns en una entrevista con The Washington Post.

Mientras tanto, el Ministerio de Asuntos Exteriores de China, afirmó que su política de “cero-COVID” tiene por objeto proteger vidas humanas y aseguró que “Pekín ha proporcionado las facilidades y la comodidad necesarias en consonancia con el espíritu y la letra de la Convención de Viena para que los diplomáticos de todos los países desempeñen sus funciones”, según un editorial de The China Daily.

Fuentes locales dijeron la semana pasada a Reuters que China anunciará una flexibilización de sus protocolos de cuarentena por COVID-19 y la disminución de las pruebas masivas.

Las autoridades sanitarias que anunciaron la flexibilización en sus áreas no mencionaron las protestas masivas debido a las prolongadas restricciones que abarcan desde vigilias en Pekín hasta enfrentamientos callejeros con la policía en Guangzhou.

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