Enlace Judío.- Casi 4.900 empleados sanitarios estaban en cuarentena hasta el miércoles por la mañana, cuando Israel registró 43.815 nuevos casos de coronavirus en las 24 horas anteriores, publicó The Jerusalem Post.
Expertos de la Universidad Hebrea predicen hasta dos millones de casos activos en unos días.
Entre el personal hospitalario en aislamiento había 690 médicos y 1.282 enfermeras. El martes, alrededor de 3.800 empleados estaban en cuarentena, incluidos 542 médicos y 1.000 enfermeras.
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La escasez de personal crítico es una de las razones detrás de la decisión del Ministerio de Salud de permitir que las personas infectadas por Ómicron salgan del aislamiento después de una semana en lugar de diez días, siempre que no hayan experimentado ningún síntoma en los tres días anteriores. La nueva política se implementará a partir del martes.
El miércoles había 781 pacientes hospitalizados con COVID, 255 de los cuales en estado grave y 63 con respiradores. El día anterior había 700 pacientes hospitalizados, 247 en estado grave y 59 con respiradores.
Israel procesó el martes casi 400.000 pruebas, entre PCR y antígenos.
Actualmente el país tiene alrededor de 223.000 casos activos, pero los expertos creen que la cifra real es mucho mayor.
Según un informe de expertos de la Universidad Hebrea, dentro de dos semanas podría haber entre 800.000 y dos millones de casos activos, con un total de dos a cuatro millones de israelíes infectados durante la ola Ómicron.
Los expertos creen que esto dará lugar a entre 1000 y 2000 pacientes graves, de los cuales se espera que entre el 2 % y el 5 % sean niños menores de 12 años. Según el informe, la posibilidad de ser hospitalizado por Ómicron es un 40 % menor que la posibilidad de ser hospitalizado con Delta. Además, si bien la vacunación parece tener solo entre un 10 y un 20 % de eficacia para prevenir infecciones, sigue siendo más del 90 % efectiva para prevenir síntomas graves.
Israel debería comenzar a ver una disminución en el número de casos entre el 25 y el 30 de enero.
El martes por la noche, el gabinete de coronavirus se reunió para discutir la situación y la estrategia de Israel en la ola actual. No se tomó ninguna decisión, pero la reunión fue una oportunidad para que los ministros escucharan la evaluación y las recomendaciones de los expertos.
El primer ministro Naftali Bennett presentó su política de mantener la economía lo más abierta posible sin imponer restricciones y protegiendo a las poblaciones vulnerables, tanto con vacunas como con tratamientos a los infectados para evitar que se deterioren.
Casi 425.000 mayores de 60 años habían recibido una cuarta dosis de la vacuna hasta el miércoles por la mañana.
“Esta es la clave”, escribió en Twitter el ministro de Salud, Nitzan Horowitz, al comentar sobre el número de vacunados con el nuevo refuerzo. “Proteger a los ancianos y personas en riesgo de una enfermedad grave. Proteger la salud y también el trabajo, los negocios y la educación. Viviendo junto al coronavirus”.
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