Enlace Judío – El abogado palestino Salah Hammouri, de nacionalidad francesa, fue deportado a Francia este domingo por orden de la ministra del Interior, Ayelet Shaked, luego de que las autoridades israelíes revocaron su permiso de residencia, informó Haaretz.

Hammouri fue condenado por planear atentar contra el difunto Gran Rabino Sefardí Ovadia Yosef en 2005, y cumplió siete años de prisión. Fue liberado en el intercambio de prisioneros por el soldado secuestrado Gilad Shalit, antes de ser arrestado nuevamente en 2017 y puesto bajo detención administrativa.

También ejerció como abogado defensor de varios presos palestinos y participó activamente en la ONG palestina de derechos humanos Addameer hasta el año pasado, una de las seis organizaciones palestinas declaradas por Israel como terroristas.

En octubre de 2021, Shaked propuso revocar la residencia de Hammouri, siguiendo los pasos del entonces ministro del Interior, Arieh Deri, quien trabajó para deportarlo en 2020. Sin embargo, en julio, la Corte Suprema de Justicia ordenó revisar sobre su situación de residencia. Posteriormente se decidió deportarlo a Francia. Estuvo en detención administrativa desde marzo.

En una carta a Lea Tsemel, la abogada que representa a Hammouri, Shaked escribió que su decisión de anular el estatus de residencia permanente del abogado palestino se basa en sus graves y peligrosas acciones.

Hammouri niega ser miembro del Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP) y afirma que no se le permitió ver las pruebas en su contra.

Su deportación fue posible gracias en virtud de una ley aprobada en la Knéset en 2018 que otorga al ministro del Interior la autoridad de revocar el estatus de residencia permanente de los palestinos que viven en Jerusalén Este y que perpetraron ataques. Según la ley, el Estado puede convertir a los palestinos jerosolimitanos en apátridas si el residente puso en peligro la seguridad pública o la seguridad, o si se considera que han traicionado al Estado de Israel.

La deportación de Hammouri arroja luz sobre la compleja situación de los palestinos que viven en Jerusalén Este y que solicitan la condición de residentes permanentes.

Según datos recientes, solo el 5 por ciento de los palestinos que radican en Jerusalén Este (18,982 residentes) han obtenido la ciudadanía israelí desde la reunificación de la ciudad en 1967. Únicamente el 34 por ciento de las solicitudes de naturalización presentadas por palestinos residentes en Jerusalén Este son aprobadas, y en muchos casos la aprobación definitiva tarda años.

En los primeros años tras la reunificación de Jerusalén, de 1970 a 1974, cientos de palestinos obtuvieron la ciudadanía. Las cifras disminuyeron de 1975 a 2004. En los últimos 20 años, solo se ha aprobado el 38% de 16,573 solicitudes.

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