BENDICIONES

El padre o la persona a cargo de la familia, recita las siguientes tres bendiciones antes de encender la primera vela. Durante las noches siguientes, se recitará solamente la primera y segunda bendición.

בָּרוּך אַתָּה ה ‘ אֱ–לֹהֵינוּ מֶלֶךְ הָעוֹלָם, אֲשֶׁר קִדְּשָׁנוּ בְּמִצְוֹתָיו וְצִוָּנוּ לְהַדְלִיק נֵר (של) חֲנוּכָּה

Bendito eres Tú, HaShem, nuestro Dios, Soberano del universo, que nos has santificado con Tus preceptos y nos has ordenado encender la vela de Jánuca.

בָּרוּך אַתָּה ה ‘אֱ–לֹהֵינוּ מֶלֶךְ הָעוֹלָם, שֶׁעָשָׂה נִסִּים לַאֲבוֹתֵינוּ, בַּיָּמִים הָהֵם בַּזְּמַן הַזֶּה

Bendito eres Tú, HaShem, nuestro Dios, Soberano del universo, que hiciste milagros a nuestros padres en aquellos tiempos, en esta fecha.

בָּרוּך אַתָּה ה ‘אֱ–לֹהֵינוּ מֶלֶךְ הָעוֹלָם, שֶׁהֶחֱיָנוּ וְקִיְמָנוּ וְהִגִּעָנוּ לַזְּמַן הַזֶּה

Bendito eres Tú, HaShem, nuestro Dios, Soberano del universo, que nos has dado la oportunidad de estar con presentes, con vida, y llegar a este momento.

Después de encender las velas decimos «Hanerot Halalu». Esta es la traducción: «Encendemos estas velas para [celebrar] los milagros y la salvación y las maravillas y los portentos y el consuelo que concediste a nuestros padres en aquellos días en esta época del año, a través de Tus santos sacerdotes. Y durante los ocho días de Janucá, estas llamitas son consagradas [para la Mitsvá] y no se nos permite hacer un uso ordinario de ellas. Son solo para que las miremos con el fin de expresar nuestra gratitud y alabanza a Tu gran Nombre por Tus milagros, Tus maravillas y Tu salvación».

Al finalizar recitamos: Mizmor Shir Janucat haBayit leDavid … (Tehilim 30).

¿DÓNDE SE ENCIENDEN LAS VELAS DE JANUCÁ?

Encendemos las velas de Janucá como una declaración pública de reconocimiento y agradecimiento a HaShem por los milagros que hizo con nuestros antepasados. Por eso es que tratamos que las velas de Janucá sean lo más visibles posible. Esto se llama pirsumé nisá, es decir: hacer público el milagro de Janucá. En los tiempos de la Guemará, cuando estas Halajot fueron legisladas, las ciudades eran muy chicas, tenían una sola calle principal. Las casas eran bajas y uniformes. En esos tiempos la Janukiá o candelabro se colocaba afuera de la puerta de la entrada de la casa, a una altura de unos 40-50 cm. del suelo, en el lado opuesto a la Mezuzá.

Ésta era la mejor forma de que las velas de Janucá fueran visibles para los que llegaban de sus trabajos a sus casas. Y esta es la manera que el Talmud y el Shulján Aruj indican que debemos encender las velas de Janucá. Obviamente que para encender las velas afuera hace falta un recipiente especial de vidrio que proteja las velas del viento y de la lluvia, como el que mostramos a continuación .

Hoy en día, la mayoria de la gente vive en departamentos y es por eso que colocan las velas de Janucá dentro de sus residencias, y para cumplir con la obligación de pirsumé nisá la Janukiá detrás de una ventana visible desde el exterior.

¿CUÁNDO HAY QUE ENCENDER LAS VELAS?

La costumbre general es encender las velas al anochecer (tset hakojabim). Algunas comunidades, sin embargo, siguen la opinión de Maimónides (y la Guemará) que indica que las velas se encienden con la puesta del sol (shequiá), es decir, unos 15 o 20 minutos antes del anochecer. ¿Por qué la Guemará determinó la puesta del sol como el tiempo ideal para encender las velas de Janucá? Hasta no hace mucho tiempo atrás, la gente dejaba de trabajar cuando se pone el sol y regresaba a su casa antes del anochecer. Esa media hora entre la puesta del sol y el anochecer, donde a pesar de que no hay sol hay todavía luz, era el “rush hour” , la hora de mayor tráfico, ya que todo el mundo estaba en la calle regresando a sus casa desde el campo o desde sus negocios.

Esa era, por lo tanto, la media hora ideal para maximizar la exposición de las velas de Janucá. Hay otra razón importante pero menos conocida: que al encender las velas antes del anochecer, se reconocía que esas velas se encendían exclusivamente por Janucá, y no para la iluminación ordinaria de la casa, para la cual también se usaban velas. En nuestros días, si encendemos las velas con la puesta del sol (en el hemisferio Norte en esta época del año, en New York, por ejemplo, la puesta del sol es alrededor de las 4.30pm) debemos tratar de que las velas contengan suficiente aceite para mantenerse encendidas durante una buena parte de la noche, mientras la gente regresa de sus trabajos. Si uno no enciende las velas cuando comienza a caer la noche (shequiá o tset hakojabim), las podrá encender más tarde, cuando la familia está en la casa.

El viernes, las velas se encienden “antes” de la puesta del sol, como BH ya lo explicaremos.

Para saber los horarios en su ciudad de residencia ver aquí

¿CUÁNTAS VELAS y JANUKIOT DEBEMOS ENCENDER?

La costumbre en las comunidades Sefaradíes es encender una sola Janukiá por familia, y no una Janukiá por cada miembro de la familia.

En muchas comunidades Ashkenazíes la tradición es que cada miembro de la familia enciende su propia Janukiá recitando la correspondiente berajá (bendición) .

Si bien se acostumbra a ir agrgando velas de acuerdo al día de Janucá (1 vela la primera noche, 2 la segunda, 3 la tercera, etc.) técnicamente, es suficiente encender una sola vela (más el shamash o vela accesoria) por familia cada noche de Janucá. Por lo tanto, en el caso que uno no pueda encender las velas adicionales, con encender una vela por noche sería suficiente.

¿ACEITE O VELAS?

Las velas que se utilizan en Janucá pueden ser de cera, parafina, etc. pero lo ideal es utilizar vasitos con aceite de oliva y una mecha, ya que originalmente el milagro de Janucá sucedió con un jarro de aceite de oliva que duró por ocho días.

Por otra parte, las velas de aceite suelen durar más tiempo que las velas normales, especialmente más que las pequeñas velitas de cera.

La mitsvá de las velas de Janucá NO se puede realizar con luces eléctricas. Una Menorá eléctrica solo sirve como decoración, pero no para cumplir con la mitsvá de Janucá.

¿QUÉ SIGNIFICA JANUCÁ?

La festividad nos recuerda lo que ocurrió hace más de 2,000 años cuando el imperio griego-seleucida tenía el control de Israel y decidió poner fin al judaísmo. En lo que se considera la primera vez que un pueblo se rebela, no para preservar su vida sino sus valores religiosos, los judíos se rebelaron contra los griegos, lucharon contra ellos, y milagrosamente los vencieron. Cuando recuperaron el Bet haMiqdash, (el gran Templo de Jerusalem) que había sido transformando en un santuario pagano para adorar a los dioses griegos. Los judíos purificaron el Templo y procedieron a su re-inauguración, es decir, a dedicarlo nuevamente al servicio Divino. La palabra Janucá significa literalmente “inauguración”.

EL ACEITE Y LA ESPADA

Cuando se inauguró el Templo los judíos solo encontraron una pequeña vasija de aceite puro, que se necesitaba para encender la Menorá, el candelabro, que cuando estaba encendido indicaba que el tempo estaba funcionando normalmente. Esta pequeña cantidad de aceite duró más de lo normal y alcanzó hasta que se pudo preparar y transportar un nuevo aceite. Y por este motivo, la celebración de Jánuca se hace a través del encendido de 8 velas, una por cada noche de la festividad, como explicaremos más adelante. Todo esto muy conocido. Pero es solo una parte muy pequeña de la historia completa de Janucá. El significado de este festival es muy profundo y relevante, ya que se relaciona con la lucha de nuestros antepasados por preservar su libertad religiosa y la supervivencia de nuestra Torá en un momento en que el judaísmo estuvo a punto de desaparecer.

DIOS Y EL EJÉRCITO DE ISRAEL

La heroica rebelión armada de Matitiyahu y sus hijos, sus triunfos, sus derrotas, cómo renacieron de las cenizas y todos los milagros que experimentó nuestro pueblo en esos tiempos tan difíciles, no siempre se enseña en nuestras comunidades y escuelas suficientemente . A pesar de que nuestros rabinos, como claramente se puede ver en la oración ‘al hanisim’ que mencionamos en nuestra Tefilá de Janucá, vieron en todas estas victorias militares la intervención Divina de manera directa.

על הנסים ועל הפורקן ועל הגבורות ועל התשועות

ועל המלחמות שעשית לאבותינו בימים ההם בזמן הזה


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