Enlace Judío – Alrededor de 1,000 personas participaron el sábado por la noche en una marcha de protesta en Haifa contra el gobierno entrante de extrema derecha y religioso liderado por Benjamín Netanyahu, informó Haaretz.

Los manifestantes marcharon desde el Centro Horev hasta el Auditorio ubicado en el Centro del Carmel, portando antorchas y pancartas en las que se leía “Gobierno de delincuentes”, “La cláusula de anulación te perjudicará” y “Sigamos siendo una democracia”.

El exministro de Defensa Moshé Ya’alon calificó al gobierno entrante de “criminal”, afirmando que “Netanyahu nos arrastró a cinco elecciones y sacrificó los intereses de la nación para su beneficio personal. Ha establecido un gobierno racista, corrupto y homófobo para huir de la justicia”. Añadió que “el acusado Netanyahu está dispuesto a dar a los partidos ultraortodoxos lo que nunca soñaron con tal de escapar de su juicio”.

Previamente, Rotem Perelman Farji, activista del grupo “Mejaat Haam- Haifa” (“Protesta Popular – Haifa”) que lidera las protestas en la ciudad, compartió con los asistentes los sentimientos y las preocupaciones que la acompañan desde las últimas elecciones en Israel: “Temor, horror y una profunda angustia por el futuro de mis niñas aquí”, dijo.

Expresó su “enojo contra los políticos en el bloque del cambio, contra el colapso de los guardianes, los medios deshonestos; los amigos que aún no comprenden por qué lo tomo tan serio; los cientos de miles de israelíes que viven fuera y no vuelven para ayudarnos a salvar nuestro hogar o para votar en las elecciones como lo hicieron los ultraortodoxos; los cientos de miles de israelíes que para ellos el Mundial fue más importante que los resultados de las elecciones y siguen diciéndose así mismos que nada pasará y todo estará bien, y además hace tanto frío, ¿por qué salir ahora a protestar?”.

“Una profunda frustración por los amigos y familiares que continúan sirviendo en la reserva militar y también en su trabajo se ocupan de la seguridad del Estado y el sionismo, a pesar de que el mayor partido del gobierno entrante, la organización criminal llamada por equivocación Likud les dice que no toma en cuenta a izquierdistas como ellos”, apuntó.

“Temor, ¿de dónde vendrá la próxima amenaza? ¿Qué aspecto de mi estilo de vida secular será afectado ahora?”

“También alivio, alivio de que tengo dos hijas y no dos hijos porque me volvería loca si tuviera que enviar hombres al ejército cuyo máximo comandante es de hecho [Bezalel] Smotrich”, continuó.

“La comprensión de que no tenemos alternativa. No hay quien luche por nosotros, y a pesar de que estoy cansada después de dos años de protestas, marchas, manifestaciones aquí en Haifa, en Cesaria y en Balfour, continuamos hasta expulsar la oscuridad y traer la luz”, concluyó en alusión a la canción de Janucá “Banu joshej legaresh” (“Vinimos a expulsar la oscuridad”).

Ronen Sima, de 56 años, de Shimshit en el norte de Israel, dijo a Haaretz: “Tiendo a estar entre la mayoría silenciosa, pero creo que esta vez es demasiado. Esto es cruzar todas las líneas rojas, independientemente de mi opinión política”.

Rafi Filter, 75 años, de Beit Nehemiá, añadió que teme por la democracia, y dijo que los miembros de la coalición de Netanyahu han flexibilizado las llamadas líneas rojas democráticas, como él las llama. “La moral es muy absoluta. Han roto todas las reglas de la moral”.

Katy Roisman, 65 años, de Tel Aviv, dijo que llegó a protestar por sus nietos. “El judaísmo en Israel ha pasado a ser gestionado por una minoría mesiánica. Protesto porque quienes apenas han servido en el ejército van a enviar a nuestros hijos a ser carne de cañón mientras los suyos ya están formando familias”.

Cientos de personas protestaron el pasado sábado en la Plaza Habima de Tel Aviv contra el nuevo gobierno. Gritaron “Bibi es un criminal” y enarbolaron pancartas que decían que “la corrupción es contagiosa” y “un acusado criminal está legitimando a los ladrones”.

Las manifestaciones actuales son organizadas por el Movimiento por un Gobierno de Calidad en Israel, que ha hecho un llamamiento a la protesta pública acusando al gobierno entrante de planear dañar el carácter democrático del país. “Este es el inicio de unas protestas que espero sean mucho más masivas y poderosas”, dijo el presidente del movimiento, Eliad Shraga.

“Cuando la libertad de cada uno de nosotros esté en manos de [Itamar] Ben Gvir, imagino que la gente despertará y comprenderá lo que significa dar los poderes del cumplimiento de la ley a un actor político”, añadió.

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